islamismocontraislam.jpgEl Islam es una religión que ha jugado un importantísimo papel en la historia de la humanidad. Pero la realidad es que en los últimos años millones de musulmanes y árabes resultaron muertos y masacrados a manos de sus propios hermanos. Hay actualmente un genocidio silencioso en marcha contra los musulmanes moderados, los que quieren vivir en paz, según el autor.


LAS CIFRAS DE VÍCTIMAS DIFIEREN según los estudios de Naciones Unidas, organizaciones de derechos humanos y centros de análisis, pero en todos los casos son catastróficas.

ARGELIA, SUDÁN, SOMALIA Y SOMALIA

La Guerra de Independencia en Argelia dejó entre 500.000 a 1.000.000 de muertos, a lo que se añaden unos 100.000 en la guerra civil de los años noventa.

En Sudán la cifra alcanza a entre 2.600.000 a 3.000.000 de muertos. Hoy la violencia continúa pese a la fuerza internacional desplegada en Darfur.

En Afganistán el saldo es de 1.000.000 a 1.500.000 de muertos, como resultado de la invasión soviética, y alrededor de 1.000.000 en la guerra civil. El número de víctimas sigue al alza, mientras que Estados Unidos y la OTAN siguen en el país combatiendo a los talibanes.

En Somalia la cifra de víctimas de la guerra civil se sitúa entre 400.000 a 500.000.

BANGLADESH, INDONESIA, LÍBANO, IRÁN, YEMEN Y CHECHENIA

En Bangladesh, los informes revelan entre 1.400.000 y 2.000.000 muertos.

En Indonesia las bajas alcanzan a 400.000 muertos, sumado a entre 100.000 y 200.000 en Timor del Este.

En Líbano, se reportan unos 130.000 muertos en la guerra civil. En Irak, de 1.540.000 a 2.000.000 víctimas mortales. Y sigue en aumento por la lucha fraticida entre suníes y chiíes, pese a la presencia de la coalición de países liderada por Estados Unidos.

En Irán, de 450.000 a 970.000 víctimas.

En Yemen, entre 100.000 a 150.000 víctimas, denominadas como fatalidades.

En Chechenia: De 80.000 a 300.000 víctimas, también señaladas como fatalidades.

Claro está que en muchos de estos conflictos estuvieron o están presentes grandes potencias, pero eso no soslaya el papel del islamismo radical.

JORDANIA, CHAD, KOSOVO, TAYIKISTÁN Y SIRIA

Además de las guerras y masacres, también hubo confrontaciones menores, que costaron la vida de decenas de miles de musulmanes y árabes, víctimas de su propia gente. En Jordania entre 1970 a 1971 tuvieron lugar los levantamientos de Septiembre Negro contra el reinado Hachemita de Jordania. La confrontación, principalmente en los campos de refugiados, costó miles de vidas. De acuerdo con las estimaciones dadas por los mismos palestinos: de 10.000 a 25.000 víctimas. De acuerdo con otras fuentes, sólo unos pocos miles fueron masacrados.

La mitad de la población de Chad es musulmana. En varias guerras civiles resultaron muertos 30.000 civiles.

«La islamización, arabización y deportación masiva, se convirtió en ocasiones en grandes matanzas, para tomar el control de gigantes campos de petróleo»En Kosovo, la principal zona musulmana de la hoy ex Yugoslavia, alrededor de 10.000 fueron asesinados en la guerra, entre 1998 y 2000. En Tayikistán, la guerra civil, desde 1992 a 1996, dejó cerca de 50.000 muertos.

En Siria, la persecución sistemática de Hafez Assad, finalizó en la masacre de 1982, en la ciudad de Hama, costando la vida de unas 200.000 personas.

En Irán, miles fueron asesinados a comienzos de la Revolución de Jomeini. El número preciso no se conoce, pero ronda entre miles y decenas de miles. Los kurdos, también, sufrieron a manos de Irán y cerca de 10.000 fueron asesinados.

TURQUÍA, ZANZIBAR, AZERBAIJÁN, ARMENIA, NIGERIA, MAURITANIA Y UGANDA

En Turquía, cerca de 20.000 kurdos resultaron asesinados en ese país como parte del conflicto que los enfrenta.

En Zanzíbar una matanza del grupo árabe, también musulmán, terminó con entre 5.000 y 17.000 muertes en la década del sesenta.

Esto no es el fin de la lista. Hubo más conflictos con números de víctimas inciertas en las repúblicas de la ex Unión Soviética, con poblaciones mayoritarias musulmanas, como la guerra entre Azerbaiján y Armenia por Nagurno Karabach, y un número discutible de musulmanes muertos en África, en países cuyas poblaciones son mixtas, tales como Nigeria, Mauritania o Uganda.

La islamización, arabización y deportación masiva, se convirtió en ocasiones en grandes matanzas, para tomar el control de gigantes campos de petróleo. Aldeas enteras, mujeres, niños y ancianos fueron exterminados. Una masacre en nombre del Islam.

EL CONFLICTO ARABE – ISRAELÍ

Pese a estos terribles números, es el conflicto palestino-israelí el que ocupa un mayor espacio en la prensa mundial desde hace décadas. Y con una gran hostilidad hacia Israel.

Desde el nacimiento del Estado de Israel, el recuento total alcanza unos 60.000 árabes muertos en el marco del conflicto árabe-israelí, según algunos estudios.

«Probablemente, nunca conozcamos el número preciso de musulmanes muertos a manos de los fundamentalistas islamistas»

De ese total, los palestinos abatidos por Israel en los territorios ocupados asciende a 1.378 en la primera Intifada que comenzó en 1987, y unos 4.800 en los siete años que pasaron desde el inicio de la segunda Intifada contra Israel, el 29 de setiembre de 2000, de acuerdo con un informe publicado por la Oficina Central de Estadísticas Palestina.

LAS CRÍTICAS A ISRAEL

Se debe criticar a Israel cuando se excede. Los propios israelíes lo hacen dentro su sistema democrático, y probablemente más que nadie. Pero el libelo que a veces se escucha para condenar a los israelíes, por momentos antisemita, sirve también como encubrimiento de la violación de los derechos humanos de otros muchos. Miran el árbol, pero se está perdiendo lo que pasa en el bosque.

Probablemente, nunca conozcamos el número preciso de musulmanes muertos a manos de los fundamentalistas islamistas. No obstante, hasta las cifras más bajas, presentan un panorama horrendo que no puede dejar ser denunciado.

La realidad es que millones de musulmanes y árabes resultaron muertos y masacrados a manos de sus propios hermanos. Hay un genocidio silencioso en marcha contra los musulmanes moderados, los que quieren vivir en paz.

El sol no se puede tapar con la mano.