cumbresantiago.jpgLos últimos acontecimientos en Bolivia nos preocupan a todos los que tenemos esperanzas en la consolidación del cambio en democracia, dice el autor. Lo que se está llevando a cabo en América Latina es un cuestionamiento de la distribución del ingreso en una de las áreas más desiguales del planeta, y genera resistencias, no sólo institucionales o comunicacionales, añade.

(Desde Buenos Aires) LAS DIVERSAS EXPERIENCIAS que en América Latina vienen procurando un camino diferente al curso neoliberal de los noventa, atraviesan en el año que transcurre una prueba decisiva.

Hasta el año pasado, con el triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, se trató de una ratificación de que el experimento echaba raíces, se ensanchaba y no sería fácil de contener. «Quizá podemos situar en Venezuela el acontecimiento que da la tónica de los alineamientos que se tensan en la región» En la misma línea, este año se sumaba el triunfo de Lugo en Paraguay, pero la aspereza de los conflictos que deberían afrontarse viene siendo la nota característica de los tiempos que corren.

No es que no se hayan producido conflictos de extrema intensidad en el pasado. Sin ir muy lejos, el fallido golpe de Estado contra Hugo Chávez en 2002, junto a otros episodios que en Venezuela mostraron sus facetas más álgidas, anticiparon la índole de una confrontación que hoy por hoy tiende a generalizarse.

ALINEAMIENTOS QUE SE TENSAN

Quizá podemos situar en la propia Venezuela el acontecimiento que da la tónica de los alineamientos que se hoy se reiteran y tensan en la región. Y como muchas veces ocurre, suelen mediar errores de cálculo, ingenuidad o inexperiencia en la configuración de contextos en los que se apoyan perseverantes minorías que procuran retomar la iniciativa para mejor velar por sus privilegios.

Ese momento lo podemos encontrar en la ajustada derrota que sufriera Chávez en el plebiscito que no ratificó la reforma constitucional propuesta por el oficialismo. Posiblemente entonces se subestimó la capacidad de confundir y neutralizar a sectores que venían acompañando al chavismo de parte de la insistente prédica de los medios opositores. «Estas campañas de amedrentamiento no son nuevas, asumiendo el papel central en la confrontación articulada por lo general en corporaciones patronales» No se entiende de otra manera la escasa prolijidad oficial para no desglosar los diferentes temas ni tampoco para no aguardar la consecución de la organización de la propia fuerza partidaria.

En cualquier caso, el eco que reproducían los canales de televisión argentinos, en los que se decía que de buenas fuentes se aseguraba en Caracas que, de triunfar la reforma propuesta, se llevaría a cabo la ubicación de familias sin techo en los cuartos desocupados disponibles en los domicilios de los venezolanos. Resulta fácil suponer los temores de una sencilla ama de casa cuya hija se ha casado hace poco, imaginándose haciendo cola entre desconocidos para ir al baño en el pasillo de su casa.

Estas campañas de amedrentamiento no son nuevas, pero como pocas veces se vienen desplegando de manera incesante en toda la región, asumiendo el papel central en la confrontación, articulada por lo general en corporaciones patronales más que en fuerzas políticas.

CONFLICTOS, CONFLICTOS, CONFLICTOS

Por entonces no fueron menores las dificultades de Lula para hacer aprobar en el Senado disposiciones vitales para contar con de recursos considerables, como fue la ley del cheque y el persistente bloqueo para trabar el ingreso de Venezuela al Mercosur. «El conflicto en Argentina le ha privado al gobierno de una fuente de recursos importante en manos de una de las más ricas y poderosas minorías terratenientes» Siguieron después el conflicto que instalara Uribe desde Colombia con su intervención en Ecuador, acompañado de los anuncios de la administración Busch de reflotar la IV Flota en la región, para tareas humanitarias.

En el Oriente boliviano no han cejado los intentos secesionistas que enfrentan al gobierno de Morales y existen elementos preocupantes que indican que hay quienes quieren tensar al máximo la situación. Tampoco se privan de recursos en Ecuador los intentos de generar desde Guayaquil, y con la bendición eclesial, un polo que confronte con la nueva constitución que impulsa Correa.

Por su parte, el gobierno de Bachelet en Chile también se ha visto despojado de su mayoría en el Senado con la migración de algunos parlamentarios que se alejaron de la democracia cristiana, lo que ya le ha costado la destitución de una de sus ministras. «Lo que resulta claro son lo escaso de los miramientos de quienes temen perder sus privilegios»

El conflicto en Argentina ha sido particularmente intenso y le ha privado al gobierno de una fuente de recursos importante en manos de una de las más ricas y poderosas minorías terratenientes.

Más allá de errores de cálculo o de procedimiento, le queda claro a la mayoría de los protagonistas que lo que se está llevando a cabo en la región, en tanto implica un cuestionamiento de la distribución del ingreso en una de las áreas más desiguales del planeta, habría de generar resistencias y no sólo institucionales o comunicacionales. La diversidad de recursos poco contemplativos que se desplegaron en las rutas de la Argentina y Bolivia lo pone de manifiesto.

NADA NUEVO BAJO EL SOL

De allí que resulten un tanto displicentes los análisis que se realizan sobre lo que pasa en América Latina «Si alguno imaginaba sucesiones apacibles, cuando se ha tratado de la administración de recursos, la máxima tensión ha vuelto al primer plano»centrados en presuntas reciedumbres de gobiernos o funcionarios cuando lo que resulta claro son lo escaso de los miramientos de quienes temen perder sus privilegios.

En realidad, la grosería de las minorías no resulta novedosa en la región. Más bien lo novedoso reside en el hecho que, después del fallido intento en Venezuela, no hayan podido recurrir al golpismo de antaño para volver a la normalidad.

La nueva situación internacional y el descrédito que rodeara a los gobiernos de facto de la segunda mitad del siglo que se fue lo hacen por ahora un recurso poco confiable.

En cualquier caso, la amenaza y la conspiración siguen siendo la norma. «Se equivocan los analistas que imaginan sectores impetuosos en algunos oficialismos como responsables de la zozobra» También el aludido despliegue abrumador de los medios de comunicación. Despliegue que a veces es grotesco pero que por lo general resulta sutil, llevado a cabo por expertos publicistas que saben dosificar titulares, bromas e insidias para ir creando estados de ánimo sobresaltados en amplios sectores, particularmente los intermedios, sin perder la compostura.

Promediando el año 2008 nadie se puede dar por sorprendido. Los actores responden según sus antecedentes. Si alguno imaginaba sucesiones apacibles, cuando se ha tratado de la administración de recursos, o como decían los indignados campestres argentinos, de la mano en el bolsillo, la máxima tensión ha vuelto al primer plano.

EL APRENDIZAJE, VIRTUD ESTIMULANTE

Se equivocan los analistas que imaginan sectores impetuosos en algunos oficialismos como responsables de la zozobra. Puede haber habido desprolijidades, casi resulta inevitable cuando los reclamos vienen de abajo, pero cualquiera haya sido la forma en que se hubiera intentado avanzar, los resultados serían parecidos. Esto no quiere decir que la ductilidad y el sabio manejo de la oportunidad para no ir al choque cuando lo elige el adversario no sean decisivos en el arte de la política.

Y por un buen número de semanas vimos signos que indicaban que el aprendizaje venía siendo una virtud estimulante en los distintos liderazgos. Lula lo había anticipado una vez que pudo pulsar la índole de la relación de fuerzas en el territorio que pisaba. Ahora acaba de arrancarle a Uribe un trabajoso consentimiento para que se acepte la gestación de un Consejo de Seguridad regional sin la presencia de Estados Unidos. «Los últimos acontecimientos en Bolivia, nos tienen que preocupar a todos los que tenemos esperanzas en la consolidación del cambio en democracia»

Chávez parece no quedarse atrás, y así fue como jugó un papel componedor en la reunión de presidentes de Santo Domingo tras la crisis entre Colombia y Ecuador. Después recibió al propio Uribe en Caracas y hasta concurrió divertido a recibir una remera con la frase por qué no te callas de las manos del propio Rey de España.

Cristina Fernández da claras muestras de querer también recuperar la iniciativa, con medidas que salen al paso de viejas demandas y problemas, incluyendo la cancelación de la deuda con el Club de París para aligerar el reclamo externo.

Morales con hidalguía y astucia pudo retomar la iniciativa e imponer un referéndum que lo confirmó en la presidencia con el 68 por ciento de los votos e intenta seguir dando pasos en la muy difícil situación que afronta (que dicho sea de paso, sería bastante más complicada de no mediar el respaldo de los vecinos Brasil y Argentina).

PREOCUPACIÓN POR BOLIVIA

En este marco, los últimos acontecimientos en Bolivia, donde la sangre indígena ha vuelto a ser derramada, nos tienen que preocupar a todos los que tenemos esperanzas en la consolidación del cambio en democracia. A pesar de que los votos mostraron que la oposición es minoritaria en el país, ésta se aferra a sus reductos con iniciativas que pretenden cuestionar la legitimidad gubernamental.

De allí que sea un profundo error o denote una intencionalidad mezquina retacear el respaldo al gobierno de Evo Morales con invocaciones a la pacificación entre ambas partes colocando al gobierno nacional y a las minorías de las zonas más ricas en un mismo nivel.

Esa prédica ha sido vista por el Gobierno de Morales como una manera de alentar el separatismo en el Oriente del país. La mayoría de los gobiernos de la región le han dado la razón, otorgándole un claro respaldo, y reclaman que en otros continentes se adopten actitudes claras en el mismo sentido.

Las tareas pendientes en América Latina son complejas y riesgosas. Entre ellas se destaca la de encontrarle un lugar de acatamiento a las minorías que han perdido gravitación en la lid electoral. Quienes pretendemos una democracia segura en la región debemos reclamar comprensión y contribución a quienes comparten estas mismas aspiraciones.