venezuelaquiebra.jpgEl descenso de los precios del petróleo amenaza la estabilidad interna de Venezuela: por cada 10 dólares que baja el crudo, Caracas dejaría de ingresar en sus arcas 5.000 millones de dólares al año, lo que empujaría al Estado a la quiebra.

(Desde Bogotá y Madrid) ENFRASCADO EN SUS PROPIAS contradicciones internas y padeciendo una grave crisis económica, agravada por la caída en el precio del petróleo, el presidente Hugo Chávez se enfrenta a unas elecciones locales y regionales cruciales, pues son muchos los retos y desafíos que afronta un país sumido en uno de los momentos más críticos de su historia.«La gran lacra del Gobierno chavista, reconocida por el propio Chávez, es la corrupción»

Desde que en diciembre de 2007 el presidente Chávez sufriera una derrota sin precedentes en las urnas, todavía no reconocida oficialmente, ya que fue una victoria de mierda, como aseguró el máximo líder, la oposición democrática aparece por primera vez en el escenario político con la suficiente fuerza para derrotar al chavismo y convertirse, en el corto plazo, en la alternativa necesaria al agotado modelo que propugna el movimiento del socialismo del siglo XXI.

EL PROBLEMA DE LA CORRUPCIÓN

En primer lugar, «Gracia de la revolución chavista, la tasa de homicidios es 4 veces mayor, y Caracas es la capital con más crímenes al año de América Latina y una de las más peligrosas del mundo» la gran lacra del movimiento chavista y de su gobierno, tal como ha reconocido el propio Chávez y otros dirigentes oficialistas, es la corrupción, que se ha extendido como un pulpo por toda la sociedad e instituciones y que le ha restado legitimidad y credibilidad a un régimen que supuestamente nació para acabar con siglos de impunidad y latrocinio organizado desde el Estado.

Una nueva clase social conformada al calor de las riquezas acarreadas por el petróleo y los beneficios obtenidos por pertenecer a la nomenclatura del nuevo régimen, se ha desarrollado prodigiosamente en los últimos años y se ha escindido claramente de la sociedad, tal como han denunciado numerosas fuentes independientes y medios alternativos a los del régimen. El propio Chávez ha reconocido repetidas veces que este auténtico tumor puede acabar con la auténtica esencia revolucionaria y ha llamado a combatir esta lacra.

O como dice el Le Monde Diplomatique, Venezuela ha llegado a necesitar una revolución dentro de la revolución.

CRIMINALIDAD Y CRISIS ECONÓMICA

Luego está el asunto de la criminalidad, que cada vez preocupa más a los venezolanos y que se ha convertido en uno de los principales problemas del país; robos y asesinatos a diario, secuestros sin resolver, una tasa de homicidios insoportable y un clima de inseguridad que se extiende a todos los estratos sociales y urbes, por no hablar de la ineficacia policial y la impunidad, han hecho de Venezuela uno de los países más peligrosos del mundo.

En cualquier comparación internacional Venezuela aparece entre los tres países más peligrosos del mundo. «En Caracas, el número de homicidios es de 130 por cada 100 mil habitantes» Lo increíble es que en los años ochenta la tasa de homicidios en Venezuela era de alrededor de 8 homicidios por cien mil habitantes, por debajo de 12, el nivel sobre el cual se considera que un país enfrenta un problema de violencia. Hoy, por obra y gracia de la revolución chavista, la tasa de homicidios es cuatro veces más y Caracas es la capital con más crímenes al año de toda América Latina y una de las más peligrosas del mundo.

Desde que Hugo Chávez llegó al poder en 1998, la tasa de criminalidad en el país aumentó 67 por ciento, ubicándose ahora en 52 homicidios 100.000. En Caracas, el número de homicidios es de 130 por cada 100 mil habitantes, según cifras oficiales, una cifra sensiblemente superior a las de otras ciudades del continente. Las cifras extraoficiales elevan aún más esa dantesca tasa de homicidios.

EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI, AMENAZADO

En lo que respecta a la situación económica, el diario madrileño El País aseguraba recientemente que el descenso de los precios del petróleo amenaza la estabilidad interna de Venezuela y la exportación del socialismo del Siglo XXI del presidente Hugo Chávez al resto de América Latina. «La megalomanía del máximo líder venezolano provocará seguras turbulencias en los próximos meses, el tiempo Chávez está llegando a su fin» El crudo representa el 98 por ciento de las ventas externas y le permite a Caracas ayudar a sus buenos amigos en la región. El problema es que en los últimos meses, el barril venezolano se ha desplomado: El petróleo del tipo West Texas Intermediate (WTI), de referencia en Estados Unidos, se cotizaba en el comercio asiático a 52,85 dólares el barril. El precio del crudo Brent del mar del Norte, de referencia en Europa, bajó 87 centavos, para ubicarse en 50 dólares.

Por cada 10 dólares que baja el crudo, Caracas dejaría de ingresar en sus arcas 5.000 millones de dólares al año, según la revista The Economist, y por debajo de los 75 dólares el barril no se puede sostener el actual ritmo de importaciones de la economía venezolana y los megaproyectos que impulsa Chávez en el resto el continente.Algunos economistas piensan en Venezuela que el Estado chavista puede mostrarse incapaz de pagar sus deudas tras la bajada en los precios del petróleo, incluyendo las compras de armas, principalmente a Irán y Rusia, dos de sus principales proveedores.

EL TIEMPO DE CHÁVEZ SE ACABA

Refiriéndose a este asunto, el conocido economista y dirigente político Teodoro Petkoff escribía en uno de sus editoriales del diario Tal Cual que el Gobierno no tiene cómo aguantar entre 8 y 12 meses con un barril a 60 dólares. Pero aguantar significa comerse su propio hígado, dándole palo a los ahorros. ¿Y después? «El índice inflacionario de Venezuela es hoy el más alto de América Latina» La estimación de 60 dólares por barril del presupuesto muestra hasta qué punto el Gobierno ha creado enormes compromisos recurrentes, pero con base en ingresos petroleros que históricamente nunca han sido recurrentes. Es curioso que estos socialistas nunca previeron la crisis cíclica del capitalismo. Es decir, en palabras de Petkoff, que al Gobierno venezolano le llegará el momento de tener que elegir entre la mantequilla y los cañones. La megalomanía enfermiza del máximo líder venezolano provocará seguras turbulencias en los próximos meses, el tiempo Chávez está llegando a su fin.

Luego está el asunto de la inflación, una de las principales lacras de la economía venezolana. El índice inflacionario de Venezuela es hoy el más alto de América Latina: el 22,1% de inflación acumulada en 2008 y el 36 por ciento «La crisis mundial actual acabará afectando, sin duda, a una economía tan endeble y dependiente del petróleo como la venezolana» de inflación anualizada entre septiembre de 2007 septiembre de 2008, según cifras del Banco Central de Venezuela, escribía Maye Primera en el suplemento Negocios del diario El País.Una economía absolutamente dependiente del petróleo, enfrascada en faraónicos proyectos internacionales no rentables y con una alta tasa de inflación, por no citar sus crónicos problemas de abastecimiento de productos y dependencia en alimentos del exterior, completan el cuadro de una estructura necesitada de reformas y un reordenamiento racional de los recursos, algo que, debido al despilfarro reinante y altas dosis de improvisación, no se ha hecho hasta ahora. La crisis mundial actual, que el régimen pretende sortear sobre a todo a base de demagogia y un populismo numantino que poco tiene que ver con la globalización, acabará afectando, sin duda, a una economía tan endeble y dependiente del petróleo como la venezolana.

ADVERSA SITUACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS

Sobre los Derechos Humanos, hay que recordar que la organización Human Rights Watch denunció en su momento la terrible situación que se vive en el paraíso chavista construido a sangre y fuego por un régimen que no ha tenido reparos en eliminar físicamente en nunca esclarecidas tramas a sus opositores o simples informadores que disienten de la verdad oficial. El último informe de la ya citada HRW, que le costó a esta organización su expulsión del país, «Las restricciones a la libertad de prensa ha sido uno de los aspectos más condenados por los medios y periodistas venezolanos independientes en los últimos años» hablaba de discriminación política como una característica definitoria de la presidencia de Chávez, quien tacha sistemáticamente a sus opositores de conspiradores antidemocráticos, independientemente de que tuvieran o no alguna relación con el golpe de 2002. HRW, además, sostiene que, después del golpe, la violación más grave del estado de derecho en Venezuela fue el copamiento político del Tribunal Supremo de Justicia por parte de Chávez y de sus partidarios en 2004, lo cual logró neutralizar al Poder Judicial como rama independiente del gobierno.

En Venezuela, según HRW, aún existe un dinámico debate público, en el cual los medios opositores al gobierno y aquellos afines a él pueden hacer oír sus críticas y su apoyo a Chávez, pero el gobierno ha atentado contra la libertad de expresión a través de diversas medidas para cambiar el control y contenido de los medios de comunicación.

RESTRICCIONES A LA LIBERTAD DE PRENSA

Criticó también al gobierno porque ha afectado a los sindicatos existentes y favorecido el surgimiento de nuevos sindicatos paralelos que apoyan su agenda política. El gobierno confronta a los defensores de derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil. «El régimen chavista trata de monopolizar todos los medios, en una línea muy parecida al modelo castrista de discurso único» Han sido objeto de hostigamiento judicial, acusaciones infundadas para desacreditar su trabajo, e iniciativas para excluirlos de los foros internacionales y restringir su acceso al financiamiento internacional. HRW ha dicho lo mismo que defensores de los derechos humanos sostuvimos por años. Lo que ha hecho es un seguimiento sistemático y la expulsión de sus representantes lo que hace es darle mayor interés y credibilidad al informe, concluía el demoledor balance.

Las restricciones a la libertad de prensa ha sido uno de los aspectos más condenados por los medios y periodistas venezolanos independientes en los últimos años. También Venezuela ha sido condenada en diversos foros internacionales, como en la Comisión de Libertad de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa, donde el representante del bloque venezolano y editor del diario Correo del Caroní, David Nateria, aseguró recientemente que el régimen chavista controla la mayoría de los medios de comunicación del país, y estimula un clima de confrontación contra las instituciones periodísticas que tratan de mantener la firmeza democrática frente al oficialismo. Según la SIP, el régimen chavista trata de monopolizar todos los medios, en una línea muy parecida al modelo castrista de discurso único.

«El opositor Julio Soto, líder universitario del estado de Zulia, y otro compañero suyo resultó herido en un atentado a tiros registrado en Maracaibo»

La función de los medios y periodistas independientes es cada vez más difícil y peligrosa, expresó Natera. Desde que llegó Hugo Chávez al poder hace 10 años, Venezuela vive una etapa de violencia, inseguridad e impunidad sin precedentes. El representante venezolano, que ha participado en diversos foros internacionales denunciando la situación que se vive en su país, indicó que Chávez ha creado con dinero público una hegemonía mediática que le permite imponer contenidos ideológicos y proselitismo, mientras que despliega amenazas y acusaciones infundadas contra sus opositores.

También denunció el creciente clima de hostilidad oficial que se vive en Venezuela con relación a los medios reacios a divulgar las versiones informativas del gobierno. Y, según Natera, los más recientes ataques gubernamentales toman como pretexto la presunta conspiración de personalidades de los medios a favor del magnicidio de Chávez, entre ellos el presidente de Globovisión, Alberto Federico Ravel, y el director del periódico El Nacional, Miguel Enrique Otero.

ASESINATOS POLÍTICOS

Capítulo aparte sobre lo que acontece en la Venezuela chavista son los asesinatos políticos, casi nunca esclarecidos y que se vienen a unir al clima de inseguridad insostenible que se vive en este país caribeño.

En los últimos años fueron agredidos, insultados y amenazados, sobre todo, periodistas, pero el régimen ya hace tiempo que cruzó el Rubicón y ha comenzado a asesinar a políticos opositores. Hace algunas semanas fue asesinado el opositor Julio Soto, líder universitario del estado de Zulia y militante del partido Un Nuevo Tiempo (UNT), y otro compañero de la misma formación resultó herido en un atentado a tiros registrado en Maracaibo.

El caso, como el de los periodistas Javier Jarcía y el del vicepresidente del Diario Reporte de la Economía, Pierre Gerges, quienes fueron asesinados este mismo año, sigue impune; las investigaciones oficiales, anunciadas en su momento con bombo y platillo, todavía no han dado resultados.