clasemediaprotesta1.jpgEntienda por qué en la actual coyuntura crítica económica, las clases medias pueden llegar a ser una de las fuerzas más vigorosas en la defensa de un modelo de desarrollo que incluya a todos, y proteja a los más débiles.

(Desde Nueva York) COSTA RICA CONSIGUIÓ conformar una amplia clase media. Lo hizo estableciendo un sistema de salud pública que cubre integralmente a todos los ciudadanos y realizando durante 60 años una inversión sostenida en educación pública que representa actualmente el 8 por ciento del Producto Interior Bruto. Ello potenció la posibilidad de ser clase media. Hoy es un activo exportador de software, y el país más buscado después de China y la India, para contratar su gente para trabajos descentralizados de las empresas líderes mundiales.

«Las políticas ortodoxas de los 90 produjeron efectos devastadores en las clases medias de la región» Las clases medias han sido en América Latina, un motor de progreso económico e innovación tecnológica, estudiantes ávidos, lectores afanosos de periódicos y libros, audiencia masiva de las artes. Asimismo, son sumamente activo en la democracia, participan, se movilizan y se hacen sentir. Si se amplían ello indica que en esa sociedad hay movilidad social, que es posible con esfuerzo mejorar la situación de una persona y su familia, si se reducen es señal de lo contrario de que algo no funciona bien en ese país.

Sin embargo, mirando hacia atrás, ¿qué caracterizó a América Latina durante las últimas décadas?

1. INESTABILIDAD

«En la Argentina de Menem, siete millones dejaron de ser clase media para convertirse en nuevos pobres» Las políticas ortodoxas de los 90 produjeron efectos devastadores en las clases medias de la región. Desmantelaron el Estado expulsando funcionarios públicos, acorralaron a los pequeños y medianos comerciantes con la libre importación, la imposibilidad de acceder a créditos, y la falta de apoyo, flexibilizaron el mercado de trabajo eliminando toda protección social, redujeron los servicios de salud, y educación pública cuando más los necesitaban las clases medias en caída, y otras políticas similares.

En la Argentina de Menem, siete millones dejaron de ser clase media para convertirse en nuevos pobres, en Brasil, Colombia, y Ecuador el desempleo profesional se duplicó.

2. RESILIENCIA

En condiciones muy adversas los estratos medios han demostrado gran capacidad para sobrevivir. En algunos países surgieron las fábricas recuperadas empresas quebradas cuya gestión retomaban sus empleados, en muchos casos con buenos resultados, hasta la economía de canje donde intercambiaban saberes complementándose los unos a los otros. Algunos producían productos caseros, o prendas de vestir, y los cambiaban por consultas con los dentistas, oftalmólogos, o contadores desocupados.

3. CAPACIDAD DE PROTESTA

Las clases medias «El 63 por ciento de la población latinoamericana dice que las marchas, protestas, y manifestaciones en la calle son normales en una democracia» estuvieron en la base de las grandes movilizaciones democráticas que llevaron a que entre 1992 y el 2006, trece presidentes latinoamericanos no terminaron su mandato. Fueron cuestionados por no cumplir sus promesas preelectorales, y no dar respuesta a la pobreza y la desigualdad.

También fueron muy activas en la generación de nuevas formas de participación ciudadana, frente a los resultados limitados de muchas de las tradicionales. La última encuesta Latinobarómetro 2008, muestra que el 63 por ciento de la población latinoamericana dice hoy que las marchas, protestas, y manifestaciones en la calle en las que los estratos medios han estado muy presentes, son normales en una democracia, y un 59 por ciento dice que son indispensables para que las demandas sean atendidas.

4. CAMBIO DE PARADIGMA

En el pasado vastos sectores de las clases media creyeron en el hoy llamado fundamentalismo de mercado. Se sumaron a la deslegitimización de la política pública, y del Estado. Hoy apoyan según se observa en las encuestas políticas públicas activas y vigorosas para que con empresas socialmente responsables, y sociedades civiles movilizadas creen desarrollo inclusivo y sustentable.

En la crisis económica actual, en que están poniéndose en marcha presiones para volver a los ajustes rígidos y sacrificar la inversión social, pueden ser después de sus desastrosas experiencias con las recetas ortodoxas, una de las fuerzas más vigorosas en la defensa de un modelo de desarrollo que incluya a todos, y proteja especialmente a los más débiles.