gazapostguerra.jpgUna forma de abordar qué va a ocurrir ahora en el conflicto palestino-israelí es dejar explayarse a sus diplomáticos, en la medida en que lo que recitan son las directrices de sus gobiernos en tiempo real. Conozca las diferentes perspectivas de los representantes palestino, Musa Amer Odeh, e israelí, Rafael Schutz, en España.

(Desde Madrid) EL MUNDO SE HA OLVIDADO rápidamente de Gaza en tan sólo una semana. Los medios han relegado toda información sobre la situación y análisis sobre su futuro a lugares marginales. Y sin embargo, el ataque israelí ha introducido nuevos elementos en el enquistado conflicto.

Una forma de abordar qué va a ocurrir ahora en el conflicto palestino-israelí es dejar explayarse a sus diplomáticos, en la medida en que lo que recitan son las directrices de sus gobiernos en tiempo real. Eso hemos hechos recurriendo a los embajadores de ambas partes en España: Musa Amer Odeh de la Autoridad Nacional Palestina, y Rafael Schutz de Israel.

Ambos son veteranos en su oficio y mientras Odeh viene de Brasil, Schutz lo hace de Colombia. Ambos llevan en España relativamente poco tiempo, algo menos el israelí que sin embargo se desenvuelve mucho mejor con el idioma.

OMEH: QUE HAMÁS Y YIDAD SE INTEGREN EN LA OLP

Omeh es licenciado en Filosofía por la Universidad de Damasco y cuando nos vimos, el lunes 12 de enero, aún no conocía el inicio de la retirada israelí. Su mensaje era presentar unida la causa palestina, obviar la casi guerra civil de Fatah con Hamás, para hacer hincapié en la retórica contra el enemigo común: Israel –empezó diciendo– no atacaba solamente a Hamás, sino a los palestinos en general, y usó repetidas veces la expresiones genocidio y crimen contra la humanidad. Están usando nuestra sangre en su campaña electoral.

Su propuesta era que había que sentar a Israel ante el Tribunal Internacional, castigarlo como se castigó en su momento a Sudáfrica por el apartheid. No van a escapar a sus responsabilidades, en toda Europa vamos a llevarlos ante la justicia, el objetivo es que los acusados no puedan pisar este continente sin riesgo de ser inmediatamente detenidos. No por venganza, sino para prevenir nuevos crímenes. Instaba a la Unión Europea congelar las relaciones con Israel hasta que respete la legalidad internacional. Pero lo hacía con evidente poca convicción.

Han confiscado nuestros sueños, llamamos a Europa para que responda a la matanza de nuestros hijos. Tienen armas nucleares y el ejército más sofisticado del mundo, y nosotros no tenemos derecho a estar armados. Llevamos 60 años de ocupación. Se fueron hace dos años y medio de Gaza pero la siguen controlando, el espacio aéreo, las fronteras. Odeh ofrecía el mismo discurso victimista de siempre sin apenas novedades. Pero insistía en que el plan franco-egipcio hacía necesario recomponer la unidad palestina. ¿Cómo? Que Hamás y Yidad se integren en la OLP, donde estamos todos los demás.

EL ÚNICO ISRAEL QUE RECONOCEMOS ES EL ANTES DE 1967

«Israel es el único Estado que no tiene fronteras definidas, que pone sus fronteras donde llegan sus tanques» El representante de ANP tenía directrices conciliadoras: Hamás no es el enemigo, forma parte del tejido palestino, a Israel le interesa dividirnos, quiere una ANP débil y un Hamás débil para liberarse de los compromisos internacionales. Y tampoco formulaba críticas a la tibieza y hueca retórica del resto del mundo árabe: los hermanos árabes se han esforzado por hacer lo que podían.

– ¿Aceptaría la ANP un presidente de Hamás?

– Proponemos un gobierno de coalición que prepare elecciones legislativas y presidenciales conjuntamente en el plazo de un año.

– ¿Aceptará Hamás la existencia de Israel?

– Han dicho que firmarían una tregua que podía durar un siglo. El problema es de qué Israel hablamos, con qué fronteras. Porque ellos son el único Estado que no tiene fronteras definidas, que pone sus fronteras donde llegan sus tanques. El único Israel que nosotros reconocemos es el de las resoluciones de la ONU, el de antes de 1967. Y aún así, lo que nos quedaría a los palestinos es sólo el 22 por ciento de la Palestina histórica, un gran sacrificio. Son ellos los que no están preparados para una paz justa, esos fundamentalistas que asesinaron a Rabin. No han cumplido las promesas de Annapolis. El año pasado hicieron treinta y ocho asentamientos nuevos y elevaron los puntos de control de 574 a 632. Siguen construyendo el muro de separación. Se quieren quedar con toda Jerusalén. No quieren la paz.

EL PUNTO DE VISTA DE ISRAEL

Cuarenta y ocho horas después, ya a día miércoles, el embajador de Israel no vacilaba en expresar de forma pausada su triunfalismo: Ha terminado la operación del ejército israelí, aunque todavía podría reanudarse a la vista de que prosigue el goteo de lanzamiento de misiles y otros incidentes. Ciertamente tenemos en cuenta que el mando enemigo no está tan centralizado como el nuestro, pero tras un plazo de gracia, si es necesario volveremos. No ha hecho falta, los misiles palestinos han dejado de caer sobre territorio israelí.

«Schutz afirma que la carta fundacional de Hamás deja clara su pertenencia a una internacional islamista radical que quiere implantar un Califato mundial» Rafael Schutz, licenciado en Historia pero consagrado desde joven a la diplomacia israelí, transmitía un claro mensaje: Tienen que darse cuenta que han cambiado las reglas del juego después de años aguantando. No sólo se trataba de destruir su infraestructura militar sino de hacerles comprender que a partir de ahora la respuesta será dura si no hay alto el fuego total, que ya no seguiremos de brazos cruzados.

Lo más positivo del ataque realizado, era dejar patente que el círculo moderado entre los árabes cada vez es más amplio, que ha cesado el automatismo anti israelí, que se oyeron voces como las del ministro egipcio de Exteriores y la del mismo Abu Abbas, que condenaron a Hamás y la responsabilizaron de lo ocurrido. Y que tras cuatro reuniones infructuosas, los árabes no consiguieron consenso y están más divididos de lo que deja traslucir la propaganda.

Lo más negativo sería la falta de voluntad en Occidente de tratar a los radicales como se merecen; es verdad que reconocen que Hamás es una organización terrorista, pero no se traduce aún en hechos. El embajador israelí afirma que la carta fundacional de Hamás deja clara su pertenencia a una internacional islamista radical que quiere implantar un Califato mundial. No comprendemos como se hace la vista gorda con ellos y con Irán.

Hamás aprovechó los últimos seis meses de calma para prepararse, relata para justificar la operación militar de 22 días. Hasta junio de 2008, la producción de misiles se hacía en la misma Franja de forma artesanal, lo que impedía crear grandes reservas. Pero en estos seis meses, a través de los túneles han llegado cohetes de fabricación china, manipulados en Irán, que han permitido crear arsenales y alcanzar un radio superior a los 50 kilómetros. Si no los hubiéramos frenado, en un año la situación habría empeorado hasta ser capaces de alcanzar Tel Aviv o Jerusalén. Egipto entiende mejor que antes que esto es una amenaza también para ellos, que pueden alcanzar el canal de Suez, Port Said. Su cooperación es fundamental ahora, como lo es un esfuerzo en labores de inteligencia por parte de Estados Unidos y Europa. Aunque es verdad que resulta difícil controlar a los beduinos del Sinaí: a veces el poder del Estado se queda corto. Lo importante es controlar el tráfico antes de que lleguen a Egipto.

SCHUTZ: NO NEGOCIAMOS CON HAMAS

«Schutz: esta operación no ha sido para derrocar a Hamás. Es cierto que fueron elegidos democráticamente, pero ello sólo significa que la población es responsable» ¿Cuánto tiempo aguantará Israel nuevos misiles desde Gaza? Responde sin dudar un momento que no más de dos o tres días. ¿Motivos electoralistas del ataque? Considera absurda la suposición, como si no hubiera quedado clara la ruptura unilateral de la tregua por parte de Hamás y la recepción de ochenta impactos de misiles el día de Navidad.

– ¿Hace Israel el trabajo sucio de Occidente?

– No lo vemos así, hacemos lo necesario para proteger a nuestra ciudadanía.

– ¿Negociaciones?

– No negociamos con Hamás, nos hemos retirado cuando nos ha parecido conveniente. Su infraestructura y número de miembros activos han sido seriamente afectados, pero intentarán aparentar que han ganado. Hay que mirar los hechos, como en Líbano, donde la verdad es que desde 2006 Hezbolá no se atreve a actuar, pasan mucho tiempo escondidos en los refugios, y han sido muy criticados por la población. Son cosas que los medios de comunicación sesgados no dan a conocer. Lo cierto es que esta operación no ha sido para derrocar a Hamás. Es cierto que fueron elegidos democráticamente, pero ello sólo significa que la población es responsable de ello, y puede rectificar ahora si creen que se equivocaron. Aparte de que una elección democrática no legitima sus ideas, como fue el caso con los nazis.

Rafael Schutz duda de la eficacia del despliegue de una fuerza multinacional en Gaza, porque para ello se necesita la colaboración leal de las dos partes, y descuenta que no la habría por parte de Hamás. Lamentó las víctimas inocentes de la ofensiva, pero las justificó por las condiciones concretas, citando como ejemplo que el búnker del cuartel general de Hamás estaría al parecer bajo del hospital central de Gaza, y recordando que se habían hecho 300.000 llamadas telefónicas a hogares palestinos advirtiendo con antelación de diversas operaciones para que desalojaran las zonas afectadas.

¿Y AHORA?

El Plan de Recuperación Inmediata elaborado por la UNRWA, la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina, necesita 346 millones de dólares. Y es sólo el principio. La ONG Cáritas Jerusalén estima que cuatro de cada cinco de su millón y medio de habitantes, necesitan algún tipo de ayuda humanitaria procedente del exterior, y que al menos una sexta parte de los edificios de la capital han sido destruidos por los bombardeos. «George Mitchell será el encargado de lograr lo que parece imposible. A sus 75 años, será el enviado especial de Obama para Oriente Medio»

Los donantes de los fondos de reconstrucción intentarán doblegar a Hamás para que pacte con la ANP y acepte como inevitable la existencia de Israel, ya que no hay visos de que haya perdido el control sobre la población. Quizás el hecho de que el movimiento de resistencia islámico propusiera la reapertura del paso de Rafah con Egipto autorizando la presencia de supervisores de la Autoridad Nacional Palestina puede indicar cierta esperanza, aunque las informaciones sobre el recrudecimiento de la represión del gobierno de Hamás contra los seguidores de Fatah no parecen colaborar a un apaciguamiento.

El conflicto sigue estancado. Ni la reciente propuesta de Muammar Qadaffi de un Estado conjunto palestino-israelí (The one-state solution, Herald Tribune) ni la del comentarista Daniel Pipes de una Palestina con gobierno jordano-egipcio compartido, con Ammán supervisando Cisjordania y El Cairo tutelando Gaza, tienen posibilidades.

LA CLAVE, EN WASHINGTON

Todo vuelve a depender de Estados Unidos. De Barak Obama. Esperamos que aplique al conflicto el cambio que ha prometido, aunque recibe una herencia difícil, dice el representante palestino sin ocultar su escepticismo. Es una incógnita, no tenemos ni idea de cómo ve la situación. No ha mencionado el tema en la investidura, lo que algunos interpretan como una señal de cautela, de asegurarse márgenes de flexibilidad, dice el embajador israelí sin conseguir mostrarse inseguro.

Ahora será George Mitchell, el enviado de Clinton que acabó con el conflicto del Ulster, el encargado de lograr lo que parece imposible. A sus 75 años, será el enviado especial del presidente Obama para Oriente Medio. Todavía hoy sigue mereciendo admiración lo que logró en Irlanda del Norte entre el IRA y el gobierno británico hace diez años.

Israel midió su Plomo Fundido contra Gaza con extremada precisión para que no enturbiara la toma de posesión del nuevo presidente estadounidense. Pero no ha atendido la petición formulada en el discurso de toma de posesión de reabrir inmediatamente los pasos fronterizos con la franja de Gaza. Habrá que esperar al resultado de las elecciones israelíes del próximo 10 de febrero.