América Latina: las dos izquierdas
Diferencias en el estilo y la sustancia a la hora de gobernar
Existen hoy dos izquierdas en América Latina: la izquierda renovada y renovadora, de fuerte acento socialdemócrata, que busca el Estado de bienestar y una economía de mercado con rostro humano, y la de inspiración radical que actúa mediante el personalismo, el autoritarismo y el control de los poderes públicos.
(Desde Montevideo) LO QUE EN ALGÚN MOMENTO podría haber sido una hipótesis, el tiempo y los hechos lo corroboraron. Las dos izquierdas en la región son una realidad. Más allá de retóricas, es inevitable hablar de dos corrientes, ya que la ruptura queda en evidencia en la gestión y en las iniciativas que unos y otros impulsan, a la hora de gobernar. Sin embargo la «familia de la izquierda», por miedo a perder el poder, en muchos casos intenta dejar atrás sus diferentes visiones tácticas y estratégicas, y unos se resignan a convertirse en la cola del león de los otros, ante el temor de ser desplazados en las urnas. Al final, la izquierda renovada se pone bajo las órdenes de la vieja izquierda que marcha a paso redoblado. Así, la «familia de la izquierda» intenta minimizar sus diferencias en aras de la cuasi religiosa sacrosanta unidad, mientras que en voz baja –aliados por la necesidad de poder– hablan de sus diferencias irreconciliables.
«Todos se autocalifican como socialistas, de izquierda, revolucionarios y progresistas. Pero por un lado están Lula, Bachelet, Vázquez, Fernández, y por otro Castro, Chávez, Morales, Correa y Ortega»
Algunos presidentes y dirigentes políticos ponen los intereses nacionales de sus países en el primer lugar de la agenda, más aún cuando la crisis no se ha disipado, otros apelan a la nostalgia y a grandilocuentes discursos llenos de clichés y consignas, como forma de enfrentar el complejo e incierto futuro.
AMENAZA A LA DEMOCRACIA
Hay una corriente de inspiración radical que actúa mediante el personalismo, el autoritarismo y el control férreo de los poderes públicos, lo que la pone al borde de la democracia formal. El caudillismo de la mano del populismo, buscando el estatismo interventor a ultranza para la corporativización de la sociedad y el control personal del poder, parece ser la receta de muchos de los líderes izquierdistas para quienes los aspectos formales de una democracia no cuentan.
Otros sin embargo, han dado pruebas de su vocación democrática y no intentan perpetuarse en el poder cambiando las reglas de juego una vez que lo obtienen.
«Combatir la pobreza significa esencialmente aumentar la productividad del aparato económico sobre la base de una intervención regulada de la esfera pública, al tiempo que propicia la democracia en forma paralela con los planes estructurales de desarrollo»
Esa nueva izquierda entiende que el Estado de bienestar se construye partiendo de criterios gerenciales aplicados al gobierno y al desarrollo de la economía. Refuerza las instituciones democráticas, hace culto de la libertad de expresión, de la libertad de pensamiento, esenciales para las sociedades, porque sin ellas los sistemas tienden simplemente a su deterioro y quedan vacíos de contenido.
Las diferencias de estilo y sustancia afloran todos los días no solo a nivel regional, entre las naciones que se definen como progresistas o de izquierda, sino también dentro de los países, más allá de que algunos políticos se horrorizan hipócritamente cuando se habla de más de una izquierda.
Todos se autocalifican como socialistas, de izquierda, revolucionarios y progresistas. Pero por un lado están Lula, Bachelet, Vázquez, Fernández, y por otro Castro, Chávez, Morales, Correa y Ortega. Incluso bajo algunos de esos rótulos también suman a estas santas alianzas estratégicas a Irán, a grupos terroristas, entre otros. Todo un cambalache en pleno XXI.
CONTRADICCIONES DE FONDO Y FORMA
No todos creen en la democracia, una vez que llegan al poder. La tentación de recortar y restringir las libertades es hoy una realidad en varios de estos países. Los casos son incontables, en especial esa tentación genética por controlar a la prensa si es crítica e independiente.
Sólo escuchando los discursos y analizando la gestión de los gobiernos, se pueden reconocer las enormes distancias que separan las posiciones de algunos de los gobiernos progresistas con otras experiencias populistas de débil estilo democrático.
«Pese a que ambas izquierdas compiten con dureza por el control hegemónico de la región y por el poder en cada uno de los países, siguen siendo parte de la misma familia. «Off the record» reconocen esas grandes divergencias»
De un lado está la izquierda renovada y renovadora, de fuerte acento socialdemócrata, que busca el Estado de bienestar y la sociedad del conocimiento. En este proyecto, combatir la pobreza significa esencialmente aumentar la productividad del aparato económico sobre la base de una intervención regulada de la esfera pública, al tiempo que propicia la democracia para elevar el grado de autonomía política de la diversidad de sujetos sociales, en forma paralela con los planes estructurales de desarrollo para así lograr la movilidad positiva de las clases sociales en un entorno plenamente democrático, afirman sus defensores.
El fomento de la inversión privada en proyectos del Estado para generar empleo y desarrollo de tecnologías, la apertura económica del país bajo criterios justos de comercio pero sin ejercer controles que estrangulen al sector empresarial, porque se puede competir en mercados internacionales y a la vez fomentar y proteger la producción nacional, están entre sus iniciativas.
LA UTOPÍA REPRESIVA
En la otra senda, una izquierda sostenida por los planteos más ortodoxos y mesiánicos, como si el mundo se hubiera detenido, pero arropados hoy por un discurso populista y engañoso que da sustento a una utopía regresiva, y hasta represiva.
La diferencia entre la izquierda devota que demoniza a Estados Unidos y la izquierda racional, queda en evidencia en las relaciones diplomáticas, en un mundo multipolar y globalizado.
«La izquierda ortodoxa en sus planteos, autoritarios, cree en liderazgos individuales y personalistas, más que en instituciones, lo que termina debilitando a la democracia»
Unos buscan el diálogo con Estados Unidos y la Unión Europea, en especial a la hora de buscar acuerdos comerciales, mientras que sufren los ataques y el rechazo del ala más radical de sus respectivos partidos.
Sin embargo, pese a que ambas izquierdas compiten con dureza por el control hegemónico de la región y por el poder en cada uno de los países, siguen siendo parte de la misma familia. «Off the record» reconocen esas grandes divergencias, pero a la hora de conquistar y consolidar su dominio, no dudan en sentarse en la misma mesa o pararse en la misma tribuna y pasarlos por alto, al menos ante el público. No polemizan. Temen perder el apoyo de la gente si dicen lo que piensan de verdad. El doble discurso de unos y otros es una práctica cotidiana. En definitiva, nadie puede estar seguro de cual será el modelo final de tan opuestos proyectos.
PARA LA LIBERTAD
La izquierda del futuro, la que mira al centro, cree que puede contribuir a disminuir la pobreza y a consolidar la democracia. Cree en las instituciones.
«Como afirmó el ex presidente español, Felipe González en algunos reportajes, no puede haber un régimen socialista sin democracia y libertad»
La izquierda ortodoxa en sus planteos, autoritarios, cree en liderazgos individuales y personalistas, más que en instituciones, lo que termina debilitando a la democracia y recorriendo peligrosos caminos hacia regímenes hegemónicos, sin libertad, que han fracasado estrepitosamente.
La izquierda no es homogénea, eso está claro. Pero como afirmó el ex presidente español, Felipe González en algunos reportajes, no puede haber un régimen socialista sin democracia y libertad. Sin embargo lo que dijo el histórico líder socialista español no está claro para todos, al extremo que muchos izquierdistas criollos lo siguen acusando de no ser verdaderamente de izquierdas.
- Cómo impactará la crisis en las izquierdas de América Latina
por Pablo Mieres
Publicado por:
ana
fecha: 02 | 06 | 2009
hora: 4:54 pm
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En un 75% de acuerdo con el articulista.
El 35% en desacuerdo me parece interesante explicarlo.
Primero Brasil ,evidentemente la inteligencia de ITAMARATY cohesiona las polìticas y hace pensar que todo lo que BRASIL concesiona a los paises centrales lo capitaliza convenientemente.
Parece que hay programaciòn de potencia para distribuir responsabilidades .
Algo importante es pensar en los segundos tomos de los pseudo izquierdismos.
En Venezuela ,Chavez al par del derechoso Perón ,es militar y con eso se soluciona todo.Se adoctrina al ejército y listo.
En Argentina ,los segundos tomos se garantizan por cuatro presidencias con la introducciòn de la idea MATRIMONIO .Acá el ejército ya ni existe.
En Uruguay se prepara un segundo tomo bien «tupamaro».
La señora Bachelet parece una izquierdista bastante neo capitalista en el sentido de permitir-al par de Argentina-a las corporaciones mineras asegurar gran cantidad de material aurìfero y argentinìfero -en momentos en que tambaléa el parámetro financiero dòlar-.
Para controlar un poco a estos izquierdismos se prepara al otro extremo o sea al neo neo capitalismo.Es curioso que en Argentina un partido de la clase media como el Radical se ha deshecho convenientemente(por dentro y fuera) y en Uruguay pasa lo mismo con el partido COLORADO.
Es decir todo lo que pasa en latinoamerica se escribe fuera de sus fronteras.He señalado en varios post que «las ideas redistributivas» de Cristina son dictadas por ORGANISMOS INTERNACIONALES.
Verdaderamente nuestro trasfondo ,como lo anticipó el escritor ,es totalmente mágico para nosotros los latinoamericanos.Depende de inteligencias del exterior que nos hagan actuar como conviene a la aldea global.
Publicado por:
Mariano Erro
fecha: 02 | 06 | 2009
hora: 5:27 pm
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El gran mérito de la izquierda actual -sin proyecto sindical, proyecto nacional, ni modelo ni proyección internacional- es el de la administración del odio sin desbordes. Es el grito (más o menos moderado) La mejor articulación de la derecha actual, y en definitiva desde siempre, es la de bloquear a los que considera sus enemigos (el aislamiento, más o menos conveniente).
Entre una cosa y otra existe algo mejor: la política como debe ser.
Publicado por:
Mariano Erro
fecha: 02 | 06 | 2009
hora: 5:27 pm
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El gran mérito de la izquierda actual -sin proyecto sindical, proyecto nacional, ni modelo ni proyección internacional- es el de la administración del odio sin desbordes. Es el grito (más o menos moderado) La mejor articulación de la derecha actual, y en definitiva desde siempre, es la de bloquear a los que considera sus enemigos (el aislamiento, más o menos evidente o mas o menos conveniente).
Entre una cosa y otra existe algo mejor: la política como debe ser.
Publicado por:
ana
fecha: 03 | 06 | 2009
hora: 4:42 pm
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Apareció Clinton por Argentine!!!!Parece que la crisis cede!!!!!
Como soy abogada ,a las pruebas me remito, sobre lo que opino en mi anterior comentario.
Publicado por:
Juan Francisco Bolaños T.
fecha: 03 | 06 | 2009
hora: 5:46 pm
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En el blog, http://www.OtrosCucos.net, se podrán encontrar interesantes artículos sobre el populismo. Sugiero su lectura.
Publicado por:
agustin
fecha: 04 | 06 | 2009
hora: 11:47 pm
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es muy cierto lo que apunta este articulo, hay dos izquierdas, la que me gusta es la que encabeza lula de Brasil, esa si es una izquierda resposnable, que busca el bienestar, el progreso de su pueblo, la otra la deleznable, la execrable, la que encabeza hugo chavez, que no es mas que un fanfarron de la politica como tantos que han pasado por el poder en todos estos paises pobres y sufridos que no aprenden las lecciones de la historia y siguen tropezando con misma piedra.
Publicado por:
Gabriel
fecha: 18 | 06 | 2009
hora: 11:39 pm
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Estimado Amigo, cada vez que leo sus artículos me doy cuenta de lo desconocido que es para ud américa latina…no se puede hablar de un modelo genérico que trate de explicar las complejas relaciones político sociales de los distintos países de latinoamerica…A todas luces su enfoque es reduccionista y simplificado…los que creen que no hay proyectos en ecuador, venezuela, bolivia o argentina parten de una posición política preestablecida…miren bien que es el ALBA, Petrocaribe, UNASUR…son ilusiones o proyectos regionales de unidad política…miren bien y veran que mas allá de quien represente un gobierno, son los pueblos los que están inclinandose por sistemas distintos al neoliberal…vean el mapa político electoral de latinoamérica y encontraran interesantes respuestas..