ENTORNO A LA SITUACIÓN EN DARFUR se encuentran varias áreas de preocupación internacional. En primer lugar, las elecciones programadas en Sudán para este año nos abren los ojos al interés que Al Qaeda podría tener en este país, (que si tenemos en cuenta que Sudán fue el campo de entrenamiento inicial de Bin Laden antes de que el gobierno norteamericano forzara al gobierno sudanés a expulsarlo y se desplazó a Afganistán, tenemos una de las razones por este interés), y EEUU contempla la posibilidad de que a Al Qaeda le convenga como expansión de su presencia en África, que hoy ya se extiende por el Sahel hasta Chad.

Desde la frontera sudanesa con Chad están penetrando grupos antisudaneses a librar enfrentamientos con los grupos opositores al Chad impulsados por el ejército sudanés. Este es un conflicto más que añadir a los otros tantos tipos de problemas de la zona de Darfur, una guerra no declarada entre los grupos rebeldes impulsados por los ejércitos de ambos países, que existe en torno a la frontera y utiliza a Darfur como campo de batalla.

Ambos bloques logran cruzar la frontera de un lado a otro sin dificultades, incluso los grupos chadianos han llegado hasta Kordofan norte, atravesando la vasta región de Darfur, y hoy Kordofan es otra región sudanesa de mucha polémica, vecina a la de Darfur. Teniendo en cuenta que las fronteras en estos países son tan porosas, territorios de nadie, donde prolifera el tráfico rampante de drogas, armas, seres humanos, todo tipo de criminalidad, se crea un hábitat ideal para la expansión de Al Qaeda.

«Una zona tan conflictiva con tantos problemas: la guerra no declarada entre Chad y Sudán a través de los grupos propulsados por sus respectivos ejércitos en la frontera, el conflicto de los 37 grupos rebeldes cristianos y los pro-gubernamentales, la gravísima situación de los refugiados…»

EMPEORA LA SITUACIÓN Y AUMENTA EL RADICALISMO

En estos contextos, cuando la situación empeora, las posiciones contra los occidentales siempre se radicalizan, y Al Qaeda es muy hábil manejando esas coyunturas. Estados Unidos lleva un tiempo tanteando la posibilidad del revoloteo de Al Qaeda entorno a Sudán. En Kabkabiya se ha detectado la presencia de iraquíes y afganos, aunque no es significativa por el momento ni se han registrado actividades organizadas. El reciente nombramiento de Gadafi al frente de la Unión Africana tampoco ayuda mucho a influenciar utilizando presión regional.

No es muy seguro que a Al Qaeda le tiente la idea de estar en una zona tan conflictiva con tantos problemas: la guerra no declarada entre Chad y Sudán a través de los grupos propulsados por sus respectivos ejércitos en la frontera, el conflicto de los 37 grupos rebeldes cristianos y los pro-gubernamentales, la gravísima situación de los refugiados, el conflicto por la explotación de la tierra derivado del cambio climático (que ha obligado a muchas tribus a trashumar sus pastos a otras zonas ya habitadas), la explotación de los recursos energéticos entre el norte y el sur, los atracos y emboscadas se están triplicando en el último año, junto con algunas quemas de instalaciones internacionales.

Sin embargo, Al Qaeda podría encontrar un nuevo escenario ante una frontera fácil, ahora que se está empezando a ver acorralada en Chad debido al apoyo operativo que están prestando los norteamericanos al gobierno chadiano para combatirla. También está por ver si pudieran medirse posiciones internas en la junta militar sudanesa, que si progresando el procesamiento, decidieran desligarse y forzar la salida de El Bashir y un cambio de gobierno.

«Darfur está empezando, por fin, a ser visible en los ojos de la atención mediática, y a figurar con mayor prioridad en las agendas de las potencias occidentales.»

DARFUR ESTA VULNERABLE

En Darfur se encuentra un panoráma abierto a diversos tipos de riesgos, a la ambivalencia de conflictos de distinta naturaleza, a una multiplicidad de actores beligerantes, pero sobretodo, el procesamiento de La Haya contra un jefe de Estado «en ejercicio» por genocidio. La ONU no cuenta con suficientes efectivos y recursos para la protección y la seguridad de la región, especialmente teniendo en cuenta que es una misión híbrida con la Unión Africana. Todos estos datos indican que se está jugando en un escenario con algunos elementos novedosos, y que por tanto las consecuencias podrían ser imprevisibles, simplemente por no haberse experimentado antes.

Pero más allá de esto, tras un letargoso olvido, Darfur está empezando, por fin, a ser visible en los ojos de la atención mediática, y a figurar con mayor prioridad en las agendas de las potencias occidentales.