Crisis en Honduras: el hechizo de la ideología
De cómo todo un país sucumbió ante los mitos y creencias de un pasado que no vuelve
¿Cómo ha sido posible que un presidente liberal como Manuel Zelaya haya sido capaz de romper con su propio partido, liderar un giro izquierdista en el país, probablemente, más conservador de América, y aliarse con los sempiternos enemigos de Honduras? Aún más: ¿cómo se explica que alguien que ganó unas elecciones presidenciales con un discurso moderado y más bien conservador se haya acabado convirtiendo en uno de los principales aliados del ultraizquierdista Hugo Chávez en el continente, rompiendo su tradicional alianza estratégica con los Estados Unidos y embarcando a su país en el ALBA, el pacto comercial que engloba a todos los países aliados del régimen populista venezolano de la región?
El presidente Zelaya comienza a cambiar a mediados de 2007, cuando rompiendo la tradicional orientación pronorteamericana en política exterior, asiste al 28º aniversario de la revolución sandinista en Managua junto a los mandatarios de Venezuela y Panamá, únicos asistentes de cierto peso al evento. A su lado, y todo un símbolo de los cambios que estaban por venir, se encontraba Patricia Rodas, la todopoderosa presidenta del Partido Liberal hondureño y bien conocida en los círculos izquierdistas de su país por sus simpatías con la revolución sandinista. Rodas, con vínculos familiares con Nicaragua y asidua visitante de este país desde hace años, donde solía asistir frecuentemente al aniversario que marcaba el final de la dinastía Somoza, al parecer había convencido a Zelaya para que asistiera a este evento. Craso error en un continente donde los símbolos y gestos tienen tanto o más valor que los hechos en sí mismos.
Unos meses más tarde de su baño de multitudes sandinista, en donde los líderes de Honduras, Nicaragua, Panamá y Venezuela, animados por la mismísima Rodas y la esposa de Daniel Ortega, Rosario Murillo, llegaron a cantar “El pueblo unido jamás será vencido”, el presidente Zelaya llegó a defender públicamente la inclusión de Honduras en la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), objetivo que más tarde concluiría exitosamente. Entre el año 2007 y el 2008 se suceden los contactos e intercambios políticos y comerciales con la Nicaragua sandinista y con la Venezuela de Chávez, la izquierdización de la política exterior hondureña es clara, mientras comienza a crecer la preocupación en las filas del empresariado de este pequeño país, de donde paradójicamente procede Zelaya, en la Iglesia católica –un baluarte ultraconservador en uno de los países más religiosos del continente- y en el ejército, seguramente el más ligado de toda América Central con los Estados Unidos y con mejores relaciones con todas las administraciones norteamericanas de todos los signos.
En enero de este año, Zelaya comienza a concretar y consolidar su acción exterior en esta dirección izquierdizante. Nombra, de una forma sorprendente y causando un gran revuelo –hasta los periodistas presentes en la rueda de prensa en la que se anuncia su nombramientos abuchean al máximo líder y le muestran su disconformidad con tal medida-, a Patricia Rodas como nueva canciller de Honduras. Así comienza la súbita transformación de Zelaya y el influjo del hechizo de la nueva cancillera. También un cambio radical, que preocupa a todos en el exterior, pero sobre todo a los Estados Unidos y sus aliados en la zona, en su rumbo en la política internacional.
Una vez consolidado su poder, en enero de 2009, Rodas comienza sus contactos con Teherán, siguiendo los pasos de Chávez, intensifica las relaciones con Cuba, apoyando amplios programas de cooperación bilateral, y mantiene un alto nivel de interlocución y diálogo con Bolivia y Ecuador –dos de los principales aliados continentales del régimen de Caracas-. La comunidad judía hondureña, por ejemplo, puso el grito en el cielo cuando la cancillera anuncia su intención de establecer relaciones diplomáticas con Irán, antesala segura, tal como ha pasado en Venezuela, de un enfriamiento en las relaciones de este país centroamericano con Israel y un auge del antisemitismo.
Pero la influencia de estos países en la vida política hondureña también comienza a notarse en el interior. Siguiendo los pasos de sus nuevos aliados, Manuel Zelaya anuncia también su intención de reelegirse por otro mandato, contraviniendo la Constitución y el ordenamiento jurídico hondureño, y su deseo de celebrar una consulta –al estilo de la realizada por Chávez en Venezuela- para legitimar un proceso que a todas luces resultaba ilegal. La preocupación en la sociedad hondureña llegó al climax cuando se anunció dicha consulta para el pasado 28 de julio.
La bipolarización del país estaba servida y los sectores más moderados de la sociedad hondureña, donde la figura de Rodas sembraba la incertidumbre y la desconfianza, creyeron ver en la mano de la cancillera las erróneas decisiones que tomaba el máximo líder, cada vez más cerca del chavismo que de los ideales liberales con los que se aupó al poder por la vía democrática. Rodas, que había recibido duras críticas durante su mandato como presidenta del Partido Liberal, sobre todo por sus ideas izquierdistas, había conseguido en muy poco tiempo sembrar la división en su formación política, dejarla al margen de las grandes decisiones que tomaba Zelaya, que cada vez iba más por libre, y sembrar el caos y el desorden en el proceso de renovación de cargos tras su salida por su nombramiento como canciller de Honduras. Por cierto, que en dicho proceso fue reelegido su sempiterno enemigo y actual presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti.
Las espadas entre Rodas y Micheletti estaban en alto desde el pasado mes de abril y la crisis en el seno de los liberales hacía presagiar futuras y seguras colisiones entre ambos con consecuencias para todo el país. Mientras la crisis se revelaba en toda su dimensión sobre este telón de fondo, Zelaya seguía con sus preparativos para llevar adelante su dichosa consulta. Ante este afán suyo por seguir en el poder a cualquier precio, las instituciones hondureñas responden duramente en su contra, argumentando que la reelección del presidente va en detrimento del orden constitucional y socava los principios jurídicos sobre los que se asienta el endeble Estado de Derecho.
Paralelamente a sus maniobras para continuar con la consulta puesta en entredicho, el Tribunal Supremo Electoral, la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía General y el Congreso de la República declararon ilegal la misma. Asimismo, y en una vuelta más de tuerca, el Congreso aprobó una Ley el 23 de junio donde se rechazaba la celebración del referéndum. Rodas, mientras tanto, callaba, pues sabía de su impopularidad y de la encrucijada a la que había llevado a su presidente.
Luego los acontecimientos se suceden en cascada y precipitan, de una forma irreversible, las fatales consecuencias que tienen para Honduras unas decisiones erróneas y una percepción de su propia realidad social cuando menos fallida. Zelaya, en un arrebato autoritario, destituye al jefe de las Fuerzas Armadas, el general Romeo Vásquez Velásquez. Y la Corte Suprema vota en contra de tal destitución que tan sólo responde a los caprichosos de su presidente. Mientras, Zelaya, en plena huida hacia delante y siguiendo el llamado del hechizo que le domina desde principios de este año, descalifica a todas las instituciones hondureñas, desde el legislativo al poder judicial, pasando por el ejército, la Iglesia y la propia formación que le había dado todo en su carrera política, denominando a todos ellas como parte de lo peor de la “oligarquía” hondureña y de estar al servicio de los más oscuros intereses de la derecha centroamericana.
Unos días después, ya actuando casi como un fuera de la Ley, los militares irrumpen en la vivienda de Zelaya y le obligan a abandonar el país. Era el 28 de junio. Horas más tarde, el Congreso Nacional nombra a Roberto Michelleti nuevo presidente del país y anuncia su intención de procesar al depuesto Zelaya. El golpe de Estado, condenado por todos, incluidos los Estados Unidos, la OEA y la Unión Europea (UE), no deja de ser un fenómeno atípico para los politólogos, pues no tenía como fin último colocar un gobierno militar al frente del país, sino continuar con la normalidad institucional y hacer cumplir el ordenamiento constitucional, aunque, desde luego, la estética ha dejado mucho que desear y las formas no han sido las más cuidadas. La ideóloga del incipiente régimen, la ya citada Patricia Rojas, también ha abandonado el país y lidera el “contragolpe”.
En cualquier caso, y ya con la vista puesta en una solución política que desde luego pasa por la convocatoria urgente de elecciones plenamente democráticas, el presidente Zelaya ha cometido gravísimos errores políticos que han llevado al actual atolladero y a la más grave crisis institucional de los últimos años en este depauperado y abatido Estado centroamericano.
Más le habría valido a este empresario metido a político de éxito no haber seguido los hechizos de una ideóloga que todavía sueña con los viejos mitos de la revolución cubana, la epopeya mitificada de Sierra Maestra y el fantasma del Che Guevara. Ahora, los hondureños deben de tener la última palabra y dar su versión de los hechos sin interferencias externas y en las urnas. Un país no puede vivir sólo de los mitos y los hechizos de una historia que no perdona a aquellos que se empeñan en perpetuase en creencias y fórmulas ya caducas y fracasadas al estilo de los superados modelos del mal llamado mundo socialista del ayer. El hechizo funcionó unos meses, pero luego la cruda realidad hizo mella y Zelaya se convirtió en una víctima más de la burda opereta que él mismo construyó a través de las influencias maléficas de su todavía perniciosa ideóloga .
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javier del rey morató
fecha: 01 | 08 | 2009
hora: 10:46 am
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El análisis de Ricardo Angoso no tiene desperdicio. Y confirma que los episodios de Honduras no son como una película de John Waine, es decir, una hisoria de buenos y malos, sino algo más complejo.
Zelaya no es el bueno de la película, por supuesto. Tampoco lo son los golpistas. Y el error que cometieron con el Presidente de la República, sacándolo de su cama, de su casa y del país con premeditación, alevosía y nocturnidad, es, técnicamente, un golpe de Estado, aunque lo quieran justificar con los errores del depuesto presidente.
Y lo interesante del artículo de marras es que nos sitúa ante una realidad que no es en blanco y negro, en la que hay que repartir responsabilidades, sin olvidar, claro, que el golpe de Estado no puede quedar impune. A no ser que se decrete una amnistía para todos, suponiendo que esa figura sea viable en el ordenamiento jurídico de la república centroamericana, cosa que este comentarista ignora.
Muy bueno el artículo, Ricardo.
Un saludo
javier del rey
Publicado por:
ana
fecha: 01 | 08 | 2009
hora: 10:26 pm
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De acuerdo total con el relato de los hechos.Creo que el vuelco se da tambièn por la dependencia petrolera-hay un componente econòmico.Lo que llama poderosamente la atenciòn es que ZELAYA en realidad tiene trato preferencial en el perdón de la deuda externa Hondureña ,con los propios grupos financieros.
Este socialismo siglo XXI ,està en total vigencia .Que és en realidad no se sabe muy bien ,pero es un evidente plan de enfrentamiento o guerra civil entre supuestos»explotadores y explotados».Parece ser que se està invirtiendo capital en ello ,aparentemente de distintas fuentes.El hecho que desde Europa esto se vea como algo anticuado no quita que en latinoamerica española estos enfrentamientos se quieran expandir.
Con respecto a Honduras ,algo que en realidad causa un poco de gracia ,es la intervensiòn en estos acontecimientos del COMANDANTE CERO(EDEN ATANASIO PASTORA)que està documentado en la historia reciente que hizo estrategia militar de pinzas con grupos zomocistas para atacar al gobierno de ORTEGA .Esto en momentos en que existìa aún la fractura de ambos bloques .Pretextando por lògica caìda en el bloque comunista por parte del sandinismo.
Este señor amenaza directamente al pueblo soberano hondureño de invasiòn al territorio nacional.Un señor que luchò con dinero de la CIA.HASTA suscitò el escàndalo de IRAN CONTRA.
Publicado por:
ana
fecha: 02 | 08 | 2009
hora: 6:17 pm
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Leo ,por casualidad ,un artículo de alguno de los dirigentes de estos neo cuadros guerrilleros de AMERICA ESPAÑOLA porque en Brasil nadie se acuerda que existen pobres para fomentar la guerra civil.
Da pena el engrudo que este neo socialismo siglo XXI ES.
El sujeto este algo relata y marca una de las estrategias que esta gente seguirá.
Manifiesta que ZELAYA es una suerte de DICTABLANDA propiciada por el grupo de la CLINTON y dice que hay que luchar por reponerla PARA HACERLA SERVIR A SUS FINES.Este sujeto està del lado de OBAMA o sea del lado musulmán.
Como el hombre domina las infiltraciones el dìa de mañana LOS QUE MORIRAN COMO MURIERON EN LA ARGENTINA SERAN LOS SUBALTERNOS NO LOS DIRIGENTES.
Edén PASTORA es significativo ,muy significativo `pués este hombre responde y responderà a servicios de inteligencia de EE UU DIRECTAMENTE AL EJERCITO EE UU.
Habría que estudiar como juega el ejèrcito de EE UU.Por versiones que me llegaron-muy fehacientes-antes de la caìda del gobierno de de la RUA y de los atentados del ONCE DE SETIEMBRE,parece que hay parte del ejèrcito nortemericano(parte muy importante)que serìa muy nazi INCLUSO HABLARON EN ESOS MOMENTOS DE LOS CORRUPTOS GRUPOS DE LA FINANCIERA.
En Argentina las cosas me desconciertan un poco porque lo veo a TIMMERMAN Y VERVITZKY dirigiendo la lucha contra los chacareros con gran ahinco.
Lo que si puedo asegurar es que todos los que estamos SALVANDO LA DEMOCRACIA nos pongamos a estudiar seriamente el engrudo que esto es.APARTE DE LA PROGRAMACION DE QUE NOS TENDREMOS QUE AGUANTAR PROGRESIVAS GUERRAS CIVILES EN DONDE UNO COPARA AL OTRO CREO QUE INCLUSO ENTRE LOS QUE HARAN INGRESAR EN SUS FILAS ,CON TANTA INFILTRACION E INTERESES CREADOS DANDO VUELTA VAN A TERMINAR EN UN EVIDENTE GENOCIDIO.
Por otra parte hay que pensar que del lado derecho se fomentaràn las divisiones.Creo que en eso estàn en argentina con la mezcla .ENTRE LOS CHACAREROS y LOS MILITARES DE LA JUNTA . Es decir fomentar la POLARIZACION.
Le pedirìa al articulista -hombre evidente de buena fe-que cambiemos el ángulo y tampoco nos pongamos del lado de la derecha .Puès la derecha que creò todo este desastre de SUPERMISERIA EN AMERICA ESPAÑOLA puede a su vez estar ayudando al pseudozurdismo
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Fernando Laría
fecha: 04 | 08 | 2009
hora: 9:02 am
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Comparto el excelete análisis de Ricardo Angoso. Efectivamente, la estética utilizada para destituir a Zelaya ha sido penosa. Sin embargo, es interesante conocer el texto de la Constitución de Honduras. La Constitución de Honduras (1982) es una de las pocas que, anticipándose a la fiebre reeleccionista que ataca a los presidentes latinoamericanos en el poder, tiene claras previsiones para impedir que tal reelección se produzca. El artículo 4 señala que “…la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República es obligatoria. La infracción de esta norma constituye delito de traición a la Patria”. El artículo 239 dispone que “el ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser (nuevamente) Presidente o Designado. El que quebrante esta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen directa o indirectamente, cesarán de inmediato en el desempeño de sus respectivos cargos, y quedarán inhabilitados por diez años para el ejercicio de toda función pública.” Otras disposiciones de la Constitución hondureña aplicables al caso son el artículo 242 que establece que “si la falta del Presidente fuera absoluta, el Designado que elija el Congreso Nacional ejercerá el PE por el tiempo que falta para terminar el período constitucional”. También el artículo 326, que señala que “es pública la acción para perseguir a los infractores de los derechos y garantías establecidas en esta Constitución, y se ejercitará sin caución ni formalidad alguna y por simple denuncia”.
Publicado por:
Pedro González
fecha: 04 | 08 | 2009
hora: 9:08 am
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Es muy completa la descripción que hace Ricardo Angoso de los hechos y sucesos que han provocado la situación en Honduras. La exigencia que preconiza en su análisis de que se celebren de inmediato elecciones es la única salida viable a una crisis que traspasa ampliamente los límites de Honduras. Lo que se está ventilando en este y otros muchos episodios es un nuevo pulso entre modelos políticos para buena parte de América Latina. Estados Unidos y la Unión Europea se felicitaron en su día del fin de la época de los golpes de Estado militares para imponer la supremacía de las fuerzas conservadoras o bien para cambiar la relación de fuerzas mediante procesos revolucionarios izquierdistas. Desgraciadamente, la democracia liberal, lastrada sobre todo por una corrupción impune demasiado a menudo, no ha sido capaz de erradicar la miseria en muchos de estos países iberoamericanos, ni siquiera de recortar sustancialmente las brutales carencias en cuestiones tan básicas como educación y sanidad. A partir de esas realidades y de la experiencia histórica anterior, el caudillo venezolano Chávez y sus émulos en Ecuador, Bolivia y Nicaragua han puesto en práctica otra vía de hacerse con «todo» el poder, la de utilizar la vía democrática de ganar unas primeras elecciones para después imponer nuevas reglas -incluso también mediante referendos democráticos-, vaciar de su contenido y cambiar radicalmente las instituciones y perpetuarse en el poder so pretexto de culminar el proceso de cambio hacia «el socialismo del siglo XXI». Su indiscutible éxito popular, al menos inicialmente, se sustenta en lo de siempre: redimir a gran parte de la población de las injusticias y sacarla de su miseria y de su atraso. Que ésta les secunde no debe asombrar a nadie, puesto que es su modo de proclamar que están vivos, que no se resignan a un orden de cosas que no les mejora la vida y que sin embargo tienen esperanza de que eso puede cambiar.
Zelaya, a pesar de sus orígenes inequívocamente ultraconservadores, mutó sus convicciones al comprobar que su legado a fin de cuentas sería dejar a Honduras en el lugar en que lo encontró, el segundo más pobre de toda América tras Haití. Es evidente que le ha faltado capacidad política para conseguir lo que se proponía, y en todo caso, no será él quién siga el experimento, aún cuando sea restablecido provisionalmente en la poltrona presidencial de la que fue desalojado.
Pedro González
Publicado por:
Antón Sánchez
fecha: 04 | 08 | 2009
hora: 9:42 am
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Perdonen Vds. Pero el Sr. Gangoso éste no añade nada nuevo. Ya ha escrito sobradamente sobre un tema, el golpe militar en Honduras. Un golpe que él apoya. De hecho en otro lugar puso de manifiesto su apoyo a las dictaduras modernizadoras a lo Julio César. O sea a las dictaduras de la derecha cavernaria. Leyendo el artículo y las contribuciones al debate…en fin, más de la mismo. Se repiten todos Vds. más que el ajo señores. No tienen razón. No saben lo que dicen. Nadie en su sano juicio apoya al Sr. Goriletti. Un tipo que se dedica a invocar a los espíritus delante de la televisión para limpiar de mal «karma» Honduras. Menudo payaso está hecho Goriletti.
En cuanto a Zelaya, tampoco es santo de mi devoción. Procede de la oligarquía bananera que Vds. defienden. Por otro lado les recuerdo que, por ejemplo, en la Constitución Española no se establece límite alguno para la reelección del Presidente del Gobierno. Felipe González por ejemplo estuvo en el poder por cuatro mandatos. Y nadie dice que en España no hay democracia porque el Presidente pueda ser reelegido tantas veces como el pueblo decida en las urnas.
Señores, las urnas…las urnas…sólo las urnas. Pero cómo se atreven a defender golpes militares que sacan al presidente de un gobierno legítimamente elegido por el pueblo.Hagánselo mirar señores. Consulten con algún médico facultativo. Tómense una pastilla. Hagan algo con sus vidas. Y dejen de desacreditar la palabra «Democracia».
Publicado por:
ana
fecha: 04 | 08 | 2009
hora: 3:03 pm
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Sr Fernando Laria :gracias por la transcripciòn del artículo 4º de la constituciòn de Honduras.
He buscado en todos los sitios de INTERNET el texto completo .Tendríamos que publicarlo al texto completo de dicha constituciòn en defensa de un pueblo bravo,parecen ser bastante valientes,que se estàn defendiendo contra una agrupación de intereses creados impresionante.
El señor ANTON a pesar de defender su posiciòn con ahinco reconoce los orìgenes de Zelaya.A pesar de no decir entenderme ,parece que coincidimos en el sentido que ZELAYA curiosamente afìn a la financiera esté ahora disfrazado de pseudoizquierdista.
Vuelvo a señalar la curiosidad de que don EDEN ATANASIO PASTORA se haya entrevistado-según dicen en Nicaragua como una curiosidad del pasado-con el militar norteamericano que fuè investigado por el escàndalo de las armas suministradas a los CONTRAS.
Publicado por:
ana
fecha: 04 | 08 | 2009
hora: 3:41 pm
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No son hechizos de la Sierra Maestra ,si actualmente CUBA entra dentro de un plan de convertirse en compradora de productos del mercado neocapitalista.La gente convencida ,acá a una representante bien traída para que los convenza del todo:que la democracia consiste en el mercado globalizado .
Los capitalistas de MIAMI invierten en Venezuela.El que vino acà con la valija se nota que fuè impedido y a su vez protegido por gente dentro de la propia USA.
El centro del imperio está copado por una persona proveniente de INTERESES 180 GRADOS distintos a los de la Sra Clinton.
Gobiernos conservadores como el del Iranì apoyan pseudo izquierdismos como el de Chavez ,a su vez nuestro pseudoizquierdismo tiene -hasta ahora-financiaciòn distinta.Eso si la pobre ARGENTINA ,como la pobre HONDURAS tienen evidente plan de GUERRA CIVIL.De eso no se duda.
España tambièn tiene su plan de enfrentamiento y divisiòn de regiones.No importa la estable y civilizada democracia que pregonan.
Publicado por:
alvaro sanchez
fecha: 12 | 08 | 2009
hora: 10:33 am
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Amigo Ricardo muy buena exegesis del virus bolivariano-Chavez en la zona, donde esta metiendo squds por doquier especialmente en Colombia, donde financia alborotadores apologetas bolivarianos a fin de contaminar con su ambicioso proyecto de crear la gran patria bolivariana,que de tener exito su proposito se nominará, » REY» de hispanoamerica, seguir gozando de los privilegios del capitalismo y empobreciendo cada dias mas a sus conciudadanos, y todo a la sombra del fantasma- mito de Bolivar, enhorabuena por tu acertado analisis.
un abrazo
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Gabriel García Márquez
fecha: 14 | 08 | 2009
hora: 12:55 pm
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El Fidel Castro que yo conozco,
por Gabriel Garcia Marquez
Su devoción por la palabra. Su poder de seducción. Va a buscar los problemas donde estén. Los ímpetus de la inspiración son propios de su estilo. Los libros reflejan muy bien la amplitud de sus gustos. Dejó de fumar para tener la autoridad moral para combatir el tabaquismo. Le gusta preparar las recetas de cocina con una especie de fervor científico. Se mantiene en excelentes condiciones físicas con varias horas de gimnasia diaria y de natación frecuente. Paciencia invencible. Disciplina férrea. La fuerza de la imaginación lo arrastra a los imprevistos. Tan importante como aprender a trabajar es aprender a descansar.
Fatigado de conversar, descansa conversando. Escribe bien y le gusta hacerlo. El mayor estímulo de su vida es la emoción al riesgo. La tribuna de improvisador parece ser su medio ecológico perfecto. Empieza siempre con voz casi inaudible, con un rumbo incierto, pero aprovecha cualquier destello para ir ganando terreno, palmo a palmo, hasta que da una especie de gran zarpazo y se apodera de la audiencia. Es la inspiración: el estado de gracia irresistible y deslumbrante, que sólo niegan quienes no han tenido la gloria de vivirlo. Es el antidogmático por excelencia.
José Martí es su autor de cabecera y ha tenido el talento de incorporar su ideario al torrente sanguíneo de una revolución marxista. La esencia de su propio pensamiento podría estar en la certidumbre de que hacer trabajo de masas es fundamentalmente ocuparse de los individuos.
Esto podría explicar su confianza absoluta en el contacto directo. Tiene un idioma para cada ocasión y un modo distinto de persuasión según los distintos interlocutores. Sabe situarse en el nivel de cada uno y dispone de una información vasta y variada que le permite moverse con facilidad en cualquier medio. Una cosa se sabe con seguridad: esté donde esté, como esté y con quien esté, Fidel Castro está allí para ganar. Su actitud ante la derrota, aun en los actos mínimos de la vida cotidiana, parece obedecer a una lógica privada: ni siquiera la admite, y no tiene un minuto de sosiego mientras no logra invertir los términos y convertirla en victoria. Nadie puede ser más obsesivo que él cuando se ha propuesto llegar a fondo a cualquier cosa. No hay un proyecto colosal o milimétrico, en el que no se empeñe con una pasión encarnizada. Y en especial si tiene que enfrentarse a la adversidad. Nunca como entonces parece de mejor talante, de mejor humor. Alguien que cree conocerlo bien le dijo: Las cosas deben andar muy mal, porque usted está rozagante.
Las reiteraciones son uno de sus modos de trabajar. Ej.: El tema de la deuda externa de América Latina, había aparecido por primera vez en sus conversaciones desde hacía unos dos años, y había ido evolucionando, ramificándose, profundizándose. Lo primero que dijo, como una simple conclusión aritmética, era que la deuda era impagable. Después aparecieron los hallazgos escalonados: Las repercusiones de la deuda en la economía de los países, su impacto político y social, su influencia decisiva en las relaciones internacionales, su importancia providencial para una política unitaria de América Latina… hasta lograr una visión totalizadora, la que expuso en una reunión internacional convocada al efecto y que el tiempo se ha encargado de demostrar.
Su más rara virtud de político es esa facultad de vislumbrar la evolución de un hecho hasta sus consecuencias remotas…pero esa facultad no la ejerce por iluminación, sino como resultado de un raciocinio arduo y tenaz. Su auxiliar supremo es la memoria y la usa hasta el abuso para sustentar discursos o charlas privadas con raciocinios abrumadores y operaciones aritméticas de una rapidez increíble.
Requiere el auxilio de una información incesante, bien masticada y digerida. Su tarea de acumulación informativa principia desde que despierta. Desayuna con no menos de 200 páginas de noticias del mundo entero. Durante el día le hacen llegar informaciones urgentes donde esté, calcula que cada día tiene que leer unos 50 documentos, a eso hay que agregar los informes de los servicios oficiales y de sus visitantes y todo cuanto pueda interesar a su curiosidad infinita.
Las respuestas tienen que ser exactas, pues es capaz de descubrir la mínima contradicción de una frase casual. Otra fuente de vital información son los libros. Es un lector voraz. Nadie se explica cómo le alcanza el tiempo ni de qué método se sirve para leer tanto y con tanta rapidez, aunque él insiste en que no tiene ninguno en especial. Muchas veces se ha llevado un libro en la madrugada y a la mañana siguiente lo comenta. Lee el inglés pero no lo habla. Prefiere leer en castellano y a cualquier hora está dispuesto a leer un papel con letra que le caiga en las manos. Es lector habitual de temas económicos e históricos. Es un buen lector de literatura y la sigue con atención.
Tiene la costumbre de los interrogatorios rápidos. Preguntas sucesivas que él hace en ráfagas instantáneas hasta descubrir el por qué del por qué del por qué final. Cuando un visitante de América Latina le dio un dato apresurado sobre el consumo de arroz de sus compatriotas, él hizo sus cálculos mentales y dijo: Qué raro, que cada uno se come cuatro libras de arroz al día.Su táctica maestra es preguntar sobre cosas que sabe, para confirmar sus datos. Y en algunos casos para medir el calibre de su interlocutor, y tratarlo en consecuencia.
No pierde ocasión de informarse. Durante la guerra de Angola describió una batalla con tal minuciosidad en una recepción oficial, que costó trabajo convencer a un diplomático europeo de que Fidel Castro no había participado en ella. El relato que hizo de la captura y asesinato del Che, el que hizo del asalto de la Moneda y de la muerte de Salvador Allende o el que hizo de los estragos del ciclón Flora, eran grandes reportajes hablados.
Su visión de América Latina en el porvenir, es la misma de Bolívar y Martí, una comunidad integral y autónoma, capaz de mover el destino del mundo. El país del cual sabe más después de Cuba, es Estados Unidos. Conoce a fondo la índole de su gente, sus estructuras de poder, las segundas intenciones de sus gobiernos, y esto le ha ayudado a sortear la tormenta incesante del bloqueo.
En una entrevista de varias horas, se detiene en cada tema, se aventura por sus vericuetos menos pensados sin descuidar jamás la precisión, consciente de que una sola palabra mal usada, puede causar estragos irreparables. Jamás ha rehusado contestar ninguna pregunta, por provocadora que sea, ni ha perdido nunca la paciencia. Sobre los que le escamotean la verdad por no causarle más preocupaciones de las que tiene: Él lo sabe. A un funcionario que lo hizo le dijo: Me ocultan verdades por no inquietarme, pero cuando por fin las descubra me moriré por la impresión de enfrentarme a tantas verdades que han dejado de decirme. Las más graves, sin embargo, son las verdades que se le ocultan para encubrir deficiencias, pues al lado de los enormes logros que sustentan la Revolución los logros políticos, científicos, deportivos, culturales- hay una incompetencia burocrática colosal que afecta a casi todos los órdenes de la vida diaria, y en especial a la felicidad doméstica.
Cuando habla con la gente de la calle, la conversación recobra la expresividad y la franqueza cruda de los afectos reales. Lo llaman: Fidel. Lo rodean sin riesgos, lo tutean, le discuten, lo contradicen, le reclaman, con un canal de trasmisión inmediata por donde circula la verdad a borbotones. Es entonces que se descubre al ser humano insólito, que el resplandor de su propia imagen no deja ver. Este es el Fidel Castro que creo conocer: Un hombre de costumbres austeras e ilusiones insaciable, con una educación formal a la antigua, de palabras cautelosas y modales tenues e incapaz de concebir ninguna idea que no sea descomunal.
Sueña con que sus científicos encuentren la medicina final contra el cáncer y ha creado una política exterior de potencia mundial, en una isla 84 veces más pequeña que u enemigo principal. Tiene la convicción de que el logro mayor del ser humano es la buena formación de su conciencia y que los estímulos morales, más que los materiales, son capaces de cambiar el mundo y empujar la historia.
Lo he oído en sus escasas horas de añoranza a la vida, evocar las cosas que hubiera podido hacer de otro modo para ganarle más tiempo a la vida. Al verlo muy abrumado por el peso de tantos destinos ajenos, le pregunté qué era lo que más quisiera hacer en este mundo, y me contestó de inmediato: pararme en una esquina.
Gabriel García Márquez