Precisiones y sutilezas del lenguaje en un conflicto internacional
Una mirada sobre la instalación de nuevas bases norteamericanas en Colombia
Es curioso que en un país de gramáticos, que se precia de hablar el mejor español del mundo, no haya en verdad un lenguaje inspirador, consensual, diverso. Aunque muy apegado a la norma, trasgrede con pasmosa facilidad su uso normal y puede pasar del más fecundo y florido léxico a los más fieros y abominables términos que se conozcan. Lo hemos visto con cierto desagrado en declaraciones de encumbrado linaje, en conversaciones telefónicas interceptadas ilegalmente, en las que hablan personajes de destacada posición social y delincuentes de la más vergonzosa ralea. Lenguaje y léxico que luego se traslada a programas de televisión y radio, y aparece en periódicos que con desparpajo lo publican como un homenaje -¿homenaje?- a la libertad de prensa, a la sana expresión de las ideas -¿ideas?-.
A pesar de ello, esos encumbrados dirigentes, cuando les conviene, utilizan a su acomodo, y con vergüenza que crispa, los más detestables eufemismos, las más cínicas mentiras y las más audaces trapacerías, con las cuales intentan ocultar su venal conducta en un círculo vicioso de significados y significantes, de referentes y de símbolos. Y con las excusas, con las falsas interpretaciones, con los equívocos, con descaro cierran el círculo de la permanente contumelia. “Me voy para la Picota de vacaciones. Estoy feliz”, dijo el día que lo capturaron uno de los 30 congresistas que en ese momento, hace poco más de un año, estaban en la cárcel “por haber trabado alianzas con los paramilitares para consolidar su proyecto político” (Semana, 14-04-2008, 30-31) -refundar el país, dijeron-. Da risa, para citar un ejemplo, todo el escándalo que se ha tejido alrededor de las famosas “chuzadas”, y no intromisiones, que realizó y realiza el DAS.
Éstos, que son simples ejemplos, sirven para preguntarnos cómo los medios y numerosos dirigentes abordan los más enmarañados temas de la política nacional o internacional. De la misma forma, conspicuos observadores y analistas tratan temas muy punzantes, como este de las relaciones con los vecinos y con el mundo, con una irresponsabilidad que, ante la incertidumbre, vale la pena considerar. Es un juego entre la verdad y la falacia, entre la media verdad y la verdad completa, entre los llamados falsos positivos, el terrorismo y la defensa de la soberanía.
Los incómodos sucesos que otra vez nos tienen en boca del mundo, además de ser examinados por los estudiosos de la política internacional, de la diplomacia, merecen un simple análisis lingüístico, con el cual podamos, en virtud de una mediana claridad conceptual, avanzar sobre la misma complejidad de los discursos que tanto los funcionarios como los medios de información transmiten todos los días, a veces sin una revisión crítica, que no comprometa la tan mentada dignidad nacional y la soberanía que tanto juega en estos casos. Quisiera partir simplemente del concepto soberanía, no mirada desde la ciencia política o desde las relaciones internacionales, sino desde el significado que trae, para no ir muy lejos, el Diccionario de la lengua española: “1. Cualidad de soberano. 2. Autoridad suprema del poder público. 3. Alteza o excelencia no superada en cualquier orden inmaterial”. Y por pura curiosidad agrego una acepción considerada hoy en desuso: “Orgullo, soberbia y altivez”. En esta misma entrada del Diccionario aparece soberanía nacional, que es “la que reside en el pueblo y se ejerce por medio de sus órganos constitucionales representativos”.
Entonces ¿qué es realmente la soberanía nacional? Una pregunta para responder en momentos en que el problema que la suscita son las bases militares norteamericanas en territorio colombiano. ¿Le importa a usted, querido lector, que su vecino tenga en la casa un arsenal de dinamita y de peligrosas bombas manipuladas por personas que no conozco, pero que la tradición me dice que son consumidores de drogas, perversos y maliciosos en sus relaciones?, ¿cuál soberanía está en juego: la suya o la de su vecino?, ¿cuál de las mencionadas acepciones del Diccionario, puedo aplicar?, ¿será acaso esa de “Alteza o excelencia no superada en cualquier orden inmaterial”?, ¿qué es eso de alteza o excelencia no superada?, ¿cómo trasmitimos ese significado a las relaciones internacionales?
Este sonoro ejemplo puede ayudar a entender el galimatías: piense en el sentido que tiene la palabra soberano en la segunda estrofa del himno nacional de Colombia: “’Independencia’ grita/ el mundo americano;/ se baña en sangre de héroes/ la tierra de Colón./ Pero este gran principio:/ ‘el rey no es soberano’,/ resuena, y los que sufren/ bendicen su pasión”.
Y luego qué es eso de la dignidad nacional, cuando la dignidad es, además de la cualidad de digno, la “excelencia, el realce”. Y también “la gravedad y el decoro de las personas en la manera de comportarse”. Volvamos, entonces, al caso del vecino -el digno vecino-, que se presta para que su convidado, dueño de las bombas y las armas, injiera en todo desde esa (su) casa, pues sabemos que por tradición el oficio tradicional de este chocante inquilino ha sido intervenir en todas las cuadras, y lo hace por ser rico, poderoso, por creer que tiene la autoridad moral y política. Si ese lindante amigo, defensor a ultranza de la dignidad, se presta para que el dueño del arsenal injiera en las casas próximas ¿cómo se podría convocar el principio de la no injerencia en los asuntos internos?, ¿quién está violando la norma de convivencia?
Y si repaso el significado de la palabra dignidad, ¿cuál es ese significado si el inquilino de que he hablado tiene todas las prebendas para andar en esa propiedad como Pedro por su casa, pero exige, para entrar a su hermosa y segura propiedad, miles de condiciones, visas, permisos, cartas, documentos, dinero, capacidad crediticia y, encima de todo, nos considera peligrosos visitantes, narcoterroristas y se cree en el derecho de requisarnos, desnudarnos y tratarnos como delincuentes?
El lenguaje, pues, tiene precisiones y sutilezas que la realidad desconoce. Sobre todo sutilezas que se traducen en falacias, y más cuando ellas son ese “hábito de emplear falsedades en daño ajeno”. Y es que ese inquilino poderoso y peligroso de que hemos hablado, además de las armas letales que ha logrado crear, también ha apuntalado en el mundo un lenguaje mendaz y artero, con el cual justifica sus arbitrariedades y sus abusos. Muchas guerras las ha iniciado en nombre de Dios, otras en nombre de la libertad o de la democracia, y lo ha hecho con pasión, que es la “acción de padecer”. Y tiene los ‘medios’ para divulgar sus ladinas convicciones y en el mundo algunos temerosos vasallos sujetos a sus designios, a sus disimuladas reservas, a sus canallas estrategias.
Ahora bien, para concluir esta columna, sería interesante propender por una nueva relación del lenguaje con las relaciones internacionales, con el mal llamado lenguaje diplomático, con el rigor de los conceptos y la fina perspicacia de los significados, de los principios que rigen la convivencia y la dignidad de los pueblos, de todos los pueblos y de todos los seres humanos, sin dobleces ni estratagemas ocultas para unos y otros. Incluso para no traicionar a cada instante la lealtad a nuestros más caros amigos.
Publicado por:
javier del rey morató
fecha: 09 | 08 | 2009
hora: 6:19 pm
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Pocas veces tiene uno la oportunidad de leer un artículo tan lúcido, y tan cercano a las preocupaciones de este comentarista. El lenguaje no describe la realidad: la instaura.
Y realidades conflictivas necesitan semantizaciones alternativas a las actuales, como es el caso de Colombia.
Pocas veces aprendí tanto de un conflicto del que tengo una idea inevitablemente simplificada, estereotipada -guerrilla, droga, narcotráfico…-, como en este artículo.
Y eso es de agradecer.
Publicado por:
ana
fecha: 11 | 08 | 2009
hora: 5:33 pm
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Mejor es que los paises influyentes de afuera y la propia USA -con sus dos intereses contrapuestos dentro de su propio gobierno-NOS DEJEN DE MOLESTAR A LOS LATINOAMERICANOS.LOS DEJEN DE MOLESTAR MOVIENDO LOS HILOS DE SUS TITERES.
COLOMBIA con su paìs con divisiòn pactada.Parte de su territorio sin jurisdicciòn de su propio gobierno y ejército.
CHAVITO Y LA COQUETA DE ARGENTINA con su relaciòn AMOR ODIO.Aparentemente trenzando juntos pero con distinta financiaciòn.La misma se nota porque Chavez le esta expropiando todas las empresas argentinas.
CHAVEZ con LULA aparentemente enfrentados por su distinto liderazgo y se NOTA QUE CHAVEZ A BRASIL TIENE OBLIGACION DE RESPETARLO EN EL JUEGUITO.
La enjundiosa COQUETA PRESIDENTA ARGENTINA hablando de las bases norteamericanas .
Digo yo ,los servicios de usa no tienen jurisdicciòn en nuestras regiones para narcotràfico o terrorismo ya?
En Honduras(centroamèrica)ya el movimiento de piolas es inconcebible ya hasta es SOCIALISTA SIGLO XXI un ex agente de la CIA.
Publicado por:
Gabriel García Márquez
fecha: 15 | 08 | 2009
hora: 9:43 pm
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El Fidel Castro que yo conozco,
por Gabriel Garcia Marquez
Su devoción por la palabra. Su poder de seducción. Va a buscar los problemas donde estén. Los ímpetus de la inspiración son propios de su estilo. Los libros reflejan muy bien la amplitud de sus gustos. Dejó de fumar para tener la autoridad moral para combatir el tabaquismo. Le gusta preparar las recetas de cocina con una especie de fervor científico. Se mantiene en excelentes condiciones físicas con varias horas de gimnasia diaria y de natación frecuente. Paciencia invencible. Disciplina férrea. La fuerza de la imaginación lo arrastra a los imprevistos. Tan importante como aprender a trabajar es aprender a descansar.
Fatigado de conversar, descansa conversando. Escribe bien y le gusta hacerlo. El mayor estímulo de su vida es la emoción al riesgo. La tribuna de improvisador parece ser su medio ecológico perfecto. Empieza siempre con voz casi inaudible, con un rumbo incierto, pero aprovecha cualquier destello para ir ganando terreno, palmo a palmo, hasta que da una especie de gran zarpazo y se apodera de la audiencia. Es la inspiración: el estado de gracia irresistible y deslumbrante, que sólo niegan quienes no han tenido la gloria de vivirlo. Es el antidogmático por excelencia.
José Martí es su autor de cabecera y ha tenido el talento de incorporar su ideario al torrente sanguíneo de una revolución marxista. La esencia de su propio pensamiento podría estar en la certidumbre de que hacer trabajo de masas es fundamentalmente ocuparse de los individuos.
Esto podría explicar su confianza absoluta en el contacto directo. Tiene un idioma para cada ocasión y un modo distinto de persuasión según los distintos interlocutores. Sabe situarse en el nivel de cada uno y dispone de una información vasta y variada que le permite moverse con facilidad en cualquier medio. Una cosa se sabe con seguridad: esté donde esté, como esté y con quien esté, Fidel Castro está allí para ganar. Su actitud ante la derrota, aun en los actos mínimos de la vida cotidiana, parece obedecer a una lógica privada: ni siquiera la admite, y no tiene un minuto de sosiego mientras no logra invertir los términos y convertirla en victoria. Nadie puede ser más obsesivo que él cuando se ha propuesto llegar a fondo a cualquier cosa. No hay un proyecto colosal o milimétrico, en el que no se empeñe con una pasión encarnizada. Y en especial si tiene que enfrentarse a la adversidad. Nunca como entonces parece de mejor talante, de mejor humor. Alguien que cree conocerlo bien le dijo: Las cosas deben andar muy mal, porque usted está rozagante.
Las reiteraciones son uno de sus modos de trabajar. Ej.: El tema de la deuda externa de América Latina, había aparecido por primera vez en sus conversaciones desde hacía unos dos años, y había ido evolucionando, ramificándose, profundizándose. Lo primero que dijo, como una simple conclusión aritmética, era que la deuda era impagable. Después aparecieron los hallazgos escalonados: Las repercusiones de la deuda en la economía de los países, su impacto político y social, su influencia decisiva en las relaciones internacionales, su importancia providencial para una política unitaria de América Latina… hasta lograr una visión totalizadora, la que expuso en una reunión internacional convocada al efecto y que el tiempo se ha encargado de demostrar.
Su más rara virtud de político es esa facultad de vislumbrar la evolución de un hecho hasta sus consecuencias remotas…pero esa facultad no la ejerce por iluminación, sino como resultado de un raciocinio arduo y tenaz. Su auxiliar supremo es la memoria y la usa hasta el abuso para sustentar discursos o charlas privadas con raciocinios abrumadores y operaciones aritméticas de una rapidez increíble.
Requiere el auxilio de una información incesante, bien masticada y digerida. Su tarea de acumulación informativa principia desde que despierta. Desayuna con no menos de 200 páginas de noticias del mundo entero. Durante el día le hacen llegar informaciones urgentes donde esté, calcula que cada día tiene que leer unos 50 documentos, a eso hay que agregar los informes de los servicios oficiales y de sus visitantes y todo cuanto pueda interesar a su curiosidad infinita.
Las respuestas tienen que ser exactas, pues es capaz de descubrir la mínima contradicción de una frase casual. Otra fuente de vital información son los libros. Es un lector voraz. Nadie se explica cómo le alcanza el tiempo ni de qué método se sirve para leer tanto y con tanta rapidez, aunque él insiste en que no tiene ninguno en especial. Muchas veces se ha llevado un libro en la madrugada y a la mañana siguiente lo comenta. Lee el inglés pero no lo habla. Prefiere leer en castellano y a cualquier hora está dispuesto a leer un papel con letra que le caiga en las manos. Es lector habitual de temas económicos e históricos. Es un buen lector de literatura y la sigue con atención.
Tiene la costumbre de los interrogatorios rápidos. Preguntas sucesivas que él hace en ráfagas instantáneas hasta descubrir el por qué del por qué del por qué final. Cuando un visitante de América Latina le dio un dato apresurado sobre el consumo de arroz de sus compatriotas, él hizo sus cálculos mentales y dijo: Qué raro, que cada uno se come cuatro libras de arroz al día.Su táctica maestra es preguntar sobre cosas que sabe, para confirmar sus datos. Y en algunos casos para medir el calibre de su interlocutor, y tratarlo en consecuencia.
No pierde ocasión de informarse. Durante la guerra de Angola describió una batalla con tal minuciosidad en una recepción oficial, que costó trabajo convencer a un diplomático europeo de que Fidel Castro no había participado en ella. El relato que hizo de la captura y asesinato del Che, el que hizo del asalto de la Moneda y de la muerte de Salvador Allende o el que hizo de los estragos del ciclón Flora, eran grandes reportajes hablados.
Su visión de América Latina en el porvenir, es la misma de Bolívar y Martí, una comunidad integral y autónoma, capaz de mover el destino del mundo. El país del cual sabe más después de Cuba, es Estados Unidos. Conoce a fondo la índole de su gente, sus estructuras de poder, las segundas intenciones de sus gobiernos, y esto le ha ayudado a sortear la tormenta incesante del bloqueo.
En una entrevista de varias horas, se detiene en cada tema, se aventura por sus vericuetos menos pensados sin descuidar jamás la precisión, consciente de que una sola palabra mal usada, puede causar estragos irreparables. Jamás ha rehusado contestar ninguna pregunta, por provocadora que sea, ni ha perdido nunca la paciencia. Sobre los que le escamotean la verdad por no causarle más preocupaciones de las que tiene: Él lo sabe. A un funcionario que lo hizo le dijo: Me ocultan verdades por no inquietarme, pero cuando por fin las descubra me moriré por la impresión de enfrentarme a tantas verdades que han dejado de decirme. Las más graves, sin embargo, son las verdades que se le ocultan para encubrir deficiencias, pues al lado de los enormes logros que sustentan la Revolución los logros políticos, científicos, deportivos, culturales- hay una incompetencia burocrática colosal que afecta a casi todos los órdenes de la vida diaria, y en especial a la felicidad doméstica.
Cuando habla con la gente de la calle, la conversación recobra la expresividad y la franqueza cruda de los afectos reales. Lo llaman: Fidel. Lo rodean sin riesgos, lo tutean, le discuten, lo contradicen, le reclaman, con un canal de trasmisión inmediata por donde circula la verdad a borbotones. Es entonces que se descubre al ser humano insólito, que el resplandor de su propia imagen no deja ver. Este es el Fidel Castro que creo conocer: Un hombre de costumbres austeras e ilusiones insaciable, con una educación formal a la antigua, de palabras cautelosas y modales tenues e incapaz de concebir ninguna idea que no sea descomunal.
Sueña con que sus científicos encuentren la medicina final contra el cáncer y ha creado una política exterior de potencia mundial, en una isla 84 veces más pequeña que u enemigo principal. Tiene la convicción de que el logro mayor del ser humano es la buena formación de su conciencia y que los estímulos morales, más que los materiales, son capaces de cambiar el mundo y empujar la historia.
Lo he oído en sus escasas horas de añoranza a la vida, evocar las cosas que hubiera podido hacer de otro modo para ganarle más tiempo a la vida. Al verlo muy abrumado por el peso de tantos destinos ajenos, le pregunté qué era lo que más quisiera hacer en este mundo, y me contestó de inmediato: pararme en una esquina.
Gabriel García Márquez
Publicado por:
Ricardo de Jesús Castiblanco Bedoya
fecha: 05 | 09 | 2009
hora: 11:36 pm
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El convenio de cooperación militar contra el terrorismo y el narcotráfico es visto por algunos marxistas-leninistas como una amenaza a los países del subcontinente, pero no dicen nada de los pactos militares que Venezuela y Bolivia han firmado con Rusia, Irán, ni del respaldo al Hezbolláh y otras organizaciones terroristas mundiales; colombianos incluso que no dudan en hacerle el juego al lenguaje guerrerista y provocador del señor Chávez Frías, que pretenden ignorar el apoyo que este personaje le da a las narcoguerrillas que a diario violan los derechos humanos de todos los compatriotas. Esas son las quintacolumnas del imperialismo venezolano y del neocomunismo mundial.
Publicado por:
Luisa Fernanda Ramos
fecha: 10 | 09 | 2009
hora: 2:55 am
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Profesor, quería felicitarlo por tan maravilloso artículo que ha hecho, muy pocas personas hacen artículos tan excelentes que dan ganas de leer.
Felicitaciones de nuevo.