Karin Ebensperger
20/01/2011
En esta sociedad de la información en la que todo fluye, caracterizada por el constante progreso, parece que no existe un sistema fijo y coherente. Internet está alterando las tradiciones y la vida de la sociedad sin que casi nos percatemos. Con la rapidez con la que se suceden las noticias y la abundancia de información, nada perdura lo suficiente como para crear unas costumbres. Se mira más cómo y con qué convicción se transmite un mensaje que su propio contenido. La parte positiva es que las nuevas generaciones cuestionan el cinismo y a aquellos que abusan del poder. Se limitan actuar, aunque estas acciones son muchas veces causadas por una información corta y una actitud impulsiva. El 2011 se presenta en busca de un nuevo modelo, en el que no valen ya las grandes verdades y todo cambio parece ser efímero.
Karin Ebensperger es periodista, máster en ciencia política y analista internacional. También es columnista del diario chilero El Mercurio.
Publicado por:
Patricio
fecha: 21 | 01 | 2011
hora: 1:23 pm
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Es cierto que visto desde el lado tecnologico de la informacion, todo va muy (demasiado) rapido, salvo nuestra capacidad de analisis, de reflexion, que no nos facilita la cantidad de informacion que nos trae ese flujo veloz. Pero es cierto tambien que nuestro mundo sigue todavia muy vigente, para bien y para mal segun los casos, de algo que se llama religion, y que pensandolo bien, es informacion milenaria que no caduce por ahora y a la que una enorme mayoria de humanos estamos sometidos, seamos religiosos, o no, agnosticos o no, creyentes o no. A pensarlo.