De Túnez a El Cairo
Sami Naïr
18/02/2011
Las revoluciones de Túnez y Egipto han demostrado que el poder del pueblo puede hacer a los grandes caer. Siguiendo el ejemplo de Egipto, centro neurálgico y económico del mundo árabe, otras naciones se han levantado en contra de sus dictadores para reclamar su libertad. El Ejército ha tenido un papel fundamental en Egipto, y apoyado por EEUU (de quien reciben 1.3 millones de dólares al año) han ayudado a que Mubarak caiga de su trono y están ayudando a que la transición hacia la democracia sea lo más pacífica posible. Pero lo verdaderamente sorprendente ha sido el papel que ha jugado la juventud en estas revoluciones, una juventud que estaba harta de ver cómo sus libertades se veían coartadas y que supo que había llegado el momento de plantarle cara al dictador, y que gracias a las redes sociales se han convertido en una masa organizada capaz de derrcar al poder.
Sami Naïr es profesor invitado de la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla.
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