ETAFlorencio Domínguez
02/03/2011

En enero de 1982 la policía incautó 5 toneladas de armamento y explosivos que ETA político militar tenía escondidos en un caserío. Se estima que esto supuso para ETA la pérdida de un 90% de su armamento en terrotorio español, lo que facilitó la decisión de abandonar el terrorismo. En el 2006, ETA volvió a pactar una tregua, y los explosivos en su poder se llevaron a Francia, y tras el cese de la tregua se repartieron entre las diferentes células que el grupo terrorista tenía en España. Es por esto que ahora se pide a ETA el desarme tras su acuerdo de tregua el 10 de enero, que algunos marcaron como el fin del terrorismo etarra. Batasuna y Sortu tienen ahora la posibilidad de aclarar de qué lado están, pidiendo al grupo terrorista que abandone las armas para siempre.

Enlace a la fuente original