Varsavsky, Martín

Martín Varsavsky es Presidente de la Fundación Safe Democracy y fundador de seis exitosas empresas en los últimos 15 años. Actualmente es Presidente Ejecutivo de FON.

ARTICULOS (22)

Latinoamérica como modelo para el mundo musulmán

Por Martín Varsavsky, 18 de enero de 2011

Primero sugiero leer este artículo en El Pais en el que EL HOUSSINE MAJDOUB comentarista marroquí culpa a “el papel repugnante de occidente” de los males magrebíes. Antes de seguir aclaro que occidente somos nosotros. Sí, en España también seríamos repugnantes. Pero pensemos en Latinoamérica, región que se suponía controlada por USA y la UE pero donde los Hugo Chavez, Evo Morales y el mismo Fidel Castro “no se callan” y siguen ahí haciendo políticas frecuentemente anti occidentales. Si Latinoamérica estando al lado de USA pudo conseguir “liberarse” de los “repugnantes”, los países árabes también pueden levantarse contra la influencia de USA y EU sin dificultades. Pero el problema clave es que el enemigo no somos nosotros (escribo desde España, soy argentino/español). Al enemigo lo tienen adentro en su propios líderes musulmanes, gente verdaderamente “repugnante” con quien Occidente trata porque no les queda otra. Esto se ve muy bien en lo que dicen los cables de Wikileaks sobre Ben Ali: «Tunisia is a police state, with little freedom of expression or association, and serious human rights problems». Esto dicho por los propios empleados del gobierno de Estados Unidos en modo confidencial. Ellos mismos estaban indignados.

La solución en todo el mundo en vías de desarrollo pasa por tener líderes nacionales honestos y que defiendan los intereses de su país. En lograr que verdaderos patriotas sean electos presidentes. Líderes que no se dedican a acusar a otros como los árabes o Castro y Chavez, sino que se enfocan en los problemas de su gente, como hizo tan bien Lula en Brasil. Además, para los musulmanes, atacar a Occidente no tiene sentido, ya que su riqueza viene de la energía que nos venden a nosotros, sí, a nosotros los “repugnantes”. Para sacar a un país árabe adelante hay que saber tratar con Europa y USA. Los líderes musulmanes no saben, y se refugian en el nacionalismo y el fanatismo. Es así que hoy en día cualquier líder latinoamericano es más democrático y justo que los musulmanes, inclusive Venezuela. Hugo Chavez será dictatorial pero las mujeres conducen coches en Venezuela. En países como los Emiratos Arabes la violencia doméstica es legal, es decir pegarle a la esposa es legal. Venezuela es Suiza comparada con Arabia Saudita. En Venezuela los homosexuales y las mujeres tienen sus derechos.

El verdadero desafío del mundo musulmán es que los propios ciudadanos dejen de tener gobiernos que los maltraten y roben. No deben su falta de líderes honestos a la actitud de occidente, no somos nosotros que elegimos sus dictadores. Es más, si hay algo que Occidente hizo, pero mal, es tratar de derribar a los peores como Saddam Hussein y los talibanes. Pero esto se hizo de una forma torpe con mucho gasto militar y humano, desde afuera y con poco éxito y sin duda mucha injusticia. Esa no es la manera.

Ahora los tunecinos finalmente se rebelaron por cuenta propia y están enseñando por dónde van los tiros. Pero aún los demás dictadores que comenta El Houssine Majdoub en el resto de su artículo, con lo que si estoy de acuerdo, están en el poder. Esos líderes son unos verdaderos genios para explotar a su pueblo y luego venderles que ellos los defienden de nosotros los occidentales, de Israel y de no sé qué otros fantasmas que poco afectan la vida magrebí. En Latinoamérica tuvimos de esos dictadores, nuestros Qadafis, gente como Galtieri en Argentina, que matando a su pueblo atacaron las Malvinas para crear una buena distracción nacionalista. También Pinochet y otros militares. Pero por suerte nos los sacamos de encima sin violencia y lo mismo pueden hacer los magrebíes. No fue occidente quien recibió a Ben Ali, sino otra dictadura musulmana, la de Arabia Saudita. La alianza entre dictadores musulmanes es potente y son los musulmanes que la tienen que romper.

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Lo que la diplomacia de EE.UU. puede aprender de Túnez

Por Martín Varsavsky, 17 de enero de 2011

Protestas contra TúnezComo digo en mi artículo publicado el pasado fin de semana en el Huffington Post, a pesar de la represión y las decenas de fallecidos en los enfrentamientos durante el último mes en Túnez, me alegra el inesperado final de la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali, llevado a cabo por los propios ciudadanos.

Nuestra fundación Safe Democracy fue co-organizadora de la Cumbre Internacional sobre Terrorismo, Democracia y Seguridad en marzo de 2005 y organizadora del Atocha Workshop 11-M, en las que se trataban temas relacionados con los países árabes/musulmanes. Además del propio Túnez, también he visitado Siria, Líbano, Marruecos, Egipto y algunos territorios palestinos y he estado en contacto con muchos gobiernos de países musulmanes. La mayoría de estos países tienen jefes de Estado vitalicios, y es bueno ver cómo por primera vez un dictador corrupto que llevaba en el poder desde 1987, se ha visto obligado a abandonar su puesto no por una intervención del ejército estadounidense/europeo sino por una rebelión popular. Y, como este artículo explica, fueron de gran ayuda los documentos de los diplomáticos de EEUU y de Wikileaks, quienes revelaron detalles de lo que muchos ciudadanos tunecinos ya denunciaban: la corrupción y los abusos del Gobierno de Ben Ali. Se nos presenta entonces una clara paradoja. EEUU y EU gastan miles de millones de dólares y sacrifican cientos de miles de vidas humanas en enormes intervenciones militares en Iraq y Afganistán, las cuales tienen muy poco éxito en establecer cambios positivos para la población. Y sin embargo, diplomáticos estadounidenses que narran la historia detallada de la corrupción en el régimen tunecino, un grupo de periodistas de Wikileaks y la colaboración del soldado Bradley Manning, combinados con la furia de un pueblo estafado y activo en redes sociales y teléfonos móviles, resultan ser una mayor aportación a estos cambios que una década de intervención militar en el mundo musulmán. Por supuesto que la situación en Iraq, Afganistán y Túnez no es la misma y que el gran mérito lo tienen los propios ciudadanos tunecinos. Pero aún así, como explica este artículo del New York Times, muchos países árabes/musulmanes miran ahora a Túnez y se preguntan por cuánto tiempo podrán ellos aguantar con su propio “Ben Ali”. Sobretodo el cercano Egipto.

Es interesante cómo la combinación de los ciudadanos tunecinos enfurecidos, Wikileaks, diplomáticos americanos, un soldado disidente y los medios sociales causaron el estallido de la rebelión. Seguramente, si hubiera sido Hillary Clinton quien hubiera demostrado a los tunecinos la corrupción de Ben Ali, la revuelta no hubiera tenido tanto éxito. Lo que el mundo occidental no ve es que el cambio es posible, pero que lo máximo que pueden hacer es encender la chispa, no “construir naciones”. Creo que la diplomacia de EE.UU. y Europa debe aprender mucho sobre Túnez y reconsiderar su idea sobre Wikileaks, las redes telefónicas y sociales y el poder de la pura verdad cuando los dictadores pierden el control del mensaje popular.

Recomiendo leer el cable original de Wikileaks sobre Túnez para entender la ira de la población del país.

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Teoría del presidente gay

Por Martín Varsavsky, 21 de diciembre de 2010

Lluís Bassets
21/12/10

Bassets celebra el último avance de la democracia americana, que siempre parece ir por delante a pesar de la superioridad con la que se les juzga desde Europa: los militares estadounidenses serán los primeros en poder declararse abiertamente homosexuales. De esta manera, se acaba con la política de «no preguntes, no cuentes» instaurada en el primer mandato de Clinton (involuntariamente, por su parte). La administración de Obama se apunta ahora un importante hito y devuelve a Estados Unidos el status de un país de oportunidades. Pero, tras esta reforma, surge una nueva pregunta: ¿podría la sociedad americana votar a un presidente homosexual? Muchos dudaban de que se pudiera elegir a un presidente afroamericano, e incluso otros interpretaron su victoria como un reflejo del antifeminismo, pero ya se ha visto que ambos casos son posibles. Sin embargo, parece ser algo más difícil que una persona abiertamente homosexual llegue a ejercer un cargo político como el de presidente. En las últimas campañas electorales, los candidatos han seguido una tendencia de utilizar la imagen de familia convencional como ventaja. Curiosamente, concluye Bassets, el único gobernante que ha reflejado una imagen sexual desordenada es Berlusconi, uno de los más claros representantes del populismo y la derecha en Europa.

Lluís Bassets es periodista y director adjunto de EL PAÍS. Se ocupa de las páginas y artículos de Opinión. Escribe una columna semanal sobre temas de política internacional.

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Una débil amenaza de bomba de Al-Qaeda

Por Martín Varsavsky, 2 de noviembre de 2010

Anne Applebaum
11/2/2010

Aunque Al-Qaeda sigue siendo un peligro para la seguridad de Estados Unidos, parecen estar tecnológicamente atrasados al intentar causar un daño catastrófico. El incidente más reciente supuso un explosivo bastante primitivo, tetranitrato de pentaeritritol (PENT), insertado en unos cartuchos de impresora por expertos en Yemen e introducidos en aviones de carga dirigidos a Estados Unidos. Por supuesto, esto no deja de ser una amenaza, pero Applebaum señala que material armamentístico más sofisticado, como podrían ser bombas nucleares o tecnología Cyberware, queda fuera del alcance de Al-Qaeda. Esto es ya en sí una victoria, y el Gobierno estadounidense no debería darle mayor atención a Al-Qaeda que a otras amenazas más sofisticadas.

Applebaum es un columnista semanal para The Post, escrbiendo sobre asuntos globales.

Enlace a la fuente original en inglés.

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El siguiente problema de Obama: un bando intranquilo en los liberales

Por Martín Varsavsky, 2 de noviembre de 2010

John Fund
11/2/2010

El decontento electoral de este año no  reduce tan solo a la popularidad del Tea Party. Hoy en día, el descontento del Partido Democrático con el presidente es real. Todos los presidentes que han perdido la reelección en el último medio siglo han sido antes debilitados por una lucha primaria. Los progresistas siguen dolidos por el ataque de Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca, del pasado agosto, cuando acusó a la «izquierda profesional» de no apoyar lo suficiente a Obama. David Sirota, eminente bloguero, afirma que los liberales se sienten respaldados por la Casa Blanca «al cien por cien». Fund concluye que tras la decepciónn en estas elecciones de mitad de mandato, algunos liberales seguirán la estrategia del Tea Party.

Fund es un columnista para WSJ.com.

Enlace para la fuente original en inglés.

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La vía rápida hacia la desigualdad

Por Martín Varsavsky, 2 de noviembre de 2010

Bob Herbert
11/2/2010

El pasado año fue un buen año para los ricos, dice Herbert. Los inversores y ejecutivos de las 38 empresas más grandes de Estados Unidos ganaron un total de 140.000 millones de dólares. Herbert también cita una fuente que muestra los ingresos de los que más ganan en el país, un reducido grupo que gana más de 50 millones de dólares anualmente, que se han multiplicado por 5 de 2008 a 2009. Este es el resultado de una guerra política en donde los grandes negocios se movilizaron para tener más poder en Washington y así conseguir beneficios políticos, mientras los sindicatos, que luchaban a favor de los trabajadores, fueron apartados. Esto ha causado que la capacidad del Gobierno para responder ante las clases de menores ingresos se haya desvanecido, lo que ha significado un resultado desastroso para los ciudadanos americanos.

Herbert es columnista del New York Times.

Enlace a la fuente original en inglés.

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Divididos, perderemos

Por Martín Varsavsky, 29 de octubre de 2010

Paul Krugman
10/29/2010


Los republicanos ganarán algo de ventaja en el congreso la próxima semana, dice Krugman, pero el resultado no será igual que entre 1995 y 2000. Asegura que tras esta elección vendrá una etapa de caos político y estancamiento en vez de un mayor consenso. Esto se debe a que la principal diferencia entre esa época y la actualidad es una economía pobre, con el peligro de la deflación y de la necesidad de la Reserva Federal de evitarlo. Kreigman, sin embargo, dice que se necesita un gobierno activista para ello.La política republicana solo empeorará la economía.

Krugman es un columnista del New York Times.

Enlace a la fuente original en inglés.

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La proposición 23 y el mito de los Green Jobs

Por Martín Varsavsky, 29 de octubre de 2010

T.J. Rodgers
10/29/2010


Los californianos tienen una oportunidad de votar a la proposición 23, que prevendrá la implantación de la ley de California conocida como AB32. La premisa básica de la AB32 suspendería un examen de matemáticas de colegio. Según los datos de la EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente), si California hubiera mantenido sus emisiones de dióxido de carbono al nivel de 1990 (0.36 gigatones), como exige la AB32 para el 2020, las emisiones de dióxido de carbono de Estados Unidos en el 2007 habrían sido de 5.84 gigatones, en vez de 5.98 gigatones. Para ello, el gobierno del estado ha decidido eliminar 1.1 millones de empleos (según el impacto estimado por la California Smll Business Roundtable), aumentando del desempleo actual. Rodgers concluye que los californianos podrían proteger esos empleos rechazando los límites the emisión de CO2  autoimpuestos por el estado.

Rodgers es el fundador y director ejecutivo de Cypress Semiconductor.

Enlace a la fuente original en inglés.

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La gran campaña del 2010

Por Martín Varsavsky, 29 de octubre de 2010
    Charles Krauthammer
    10/29/2010
    El presidente Obama, quien decía ser un unificador y evitaba usar la palabra «enemigos» al referirse a un régimen iraní obstinado en matar a soldados americanos, llamó a las urnas recientemente a los votantes hispanos para «castigar a sus enemigos». Esta retórica es aparentemente ignorada por el secretario de prensa Robert Gibbs, quien expresó su desacuerdo con el deseo de Mitch McConnell, líder del Senado republicano, de ver que Obama es un presidente de un solo mandato. Pero Krauthammer está de acuerdo con McConnell, señalando que ese discurso político es parte de un funcionamiento democrático y denota que, aunque los republicanos arrasen en estas elecciones, estos no conseguirán demasiada importancia hasta 2012.

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